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Condenado a 10 años de cárcel un policía que violó a una prostituta

El agente, que pertenece al Cuerpo Nacional de Policía, detuvo a la víctima ilegalmente y abusó de ella en la Colonia Marconi

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 10 años y seis meses de prisión a un policía nacional que en 2011 violó a una prostituta en la Colonia Marconi, en el distrito de Villaverde. Además, el acusado deberá indemnizar a la víctima con 20.000 euros y no podrá acercarse a ella ni contactarla en los próximos 15 años. La sala también le ha aplicado la agravante del carácter público por su posición laboral.

El agente, Víctor Moreno Guerrero, negó los hechos por los que se le imputaba y declaró en la primera vista que “ir de putas es vergonzoso, pero no ilegal”. Además, destacó que había trabajado en el País Vasco en la lucha antiterrorista y que sentía verse en la cárcel cuando siempre ha luchado por los derechos de la gente.

La sentencia considera probado que la noche del 9 de febrero de 2011 el agente se dirigió con su vehículo particular al polígono Marconi, se acercó a la víctima, que ejercía allí la prostitución, y le dijo que le acompañara. Al acusado "le dio vergüenza reconocer" que había ido a mantener una relación sexual con una prostituta y aseguró que "la tenía que identificar", según el escrito.

Al comprobarse que la joven estaba en situación irregular por la documentación que portaba, Moreno la inmovilizó atándole los brazos por la espalda con unas bridas y se ofreció a conducirla a dependencias policiales. Durante el trayecto el agente aparcó y abusó sexualmente de ella, tras lo que la mujer huyó desnuda y pidió ayuda a un taxista.

"No ofrece duda alguna que el acusado no tenía que realizar diligencia alguna" y que simuló "una actuación oficial ante los agentes de policía municipal con la única intención de agredirla sexualmente", resalta la sentencia.

El tribunal, al igual que hizo el Ministerio Fiscal en la vista, considera que la declaración de la mujer fue "veraz, firme y persistente" y "merece todo crédito", mientras que el testimonio de Víctor M.G. fue "desmentido" por de los demás testigos.

La acusación particular calificó al agente como "depredador sexual" porque fue al polígono únicamente para "lograr el hecho carnal no consentido". Por su parte, la defensa, que había pedido su absolución, subrayó que la víctima era una ladrona, que no tenía signos externos de haber sido violada y que en un principio al taxista solo le dijo que le habían robado.

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