En los sueños de Marcel Dzama
El artista canadiense estrena en Málaga su primera gran muestra en España
La noche y sus sombras provocan el genio creativo de Marcel Dzama. Sostiene este artista canadiense (Winnipeg, 1974) que cuando duerme crea. Sus sueños quedan plasmados en un cuaderno de notas que, asegura, siempre permanece a su lado en la mesita de noche. En sus páginas quedan perfilados los peculiares personajes que le visitan de noche. Niños vampiro, árboles humanizados, soldados decimonónicos, damas en apuros y un sinfín de animales y criaturas fantásticas que beben de uno de sus referentes, el maestro de la pintura flamenca Heyronymus Bosch, El Bosco.
Estos personajes pueblan la obra reciente de Dzama, que desde ayer y hasta el 10 de junio se puede visitar en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC). Medio centenar de obras entre pinturas, esculturas, dibujos, dioramas de papel y collages nacidas de la imaginación del artista canadiense desde 2008 y que conforman Con razón o sin ella, la mayor exposición protagonizada por Dzama hasta el momento en España.
Fundador en 1996 en su pueblo natal de The Royal Art Lodge —un reducido grupo de artistas multidisciplinares que intervenían sobre la misma obra hasta que uno la daba por acabada—, Dzama se reconoce influenciado por este su círculo más cercano y por otros grandes creadores de distintos periodos, como El Bosco, Goya, Dalí, Fluxus, George Burns o el creador del cómic Capitán América, Jack Kirby. Su obra revela un universo de fantasías infantiles y mundos imaginarios que se nutren de diversos referentes, como el folclor local, la ilustración tradicional, los cómics o la historia del arte, con Goya, el dadaismo y el surrealismo como guías.
Con una inconfundible paleta de colores apagados que no se aparta de los tonos marrones, verdes, grises, rojizos o negros, Dzama ha desarrollado un lenguaje visual perfectamente reconocible. Sus dibujos, en tinta o acuarela, son su tarjeta de presentación gracias a su peculiar iconografía, reconocida internacionalmente. Algunos de sus trabajos han ilustrado las portadas de discos de artistas como Beck o han aparecido en sus vídeos musicales, como When the deal goes down, de Bob Dylan.
Pero no todo en la obra de Dzama es fantasía, también hay horror y sufrimiento. El que deriva de los conflictos bélicos y el terrorismo, dos temas por los que reconoce sentir una especial atracción. “Las guerras de Afganistán e Irak me impresionaron mucho y quise plasmar en mis obras la sensación de terror que me causaron muchas de las imágenes de esos conflictos”, explicó ayer el artista, definido como “singular y atípico” por el comisario de la muestra, Fernando Francés.
“En la obra de Dzama por una parte hay un mundo fantástico, de imágenes de ensoñación que en unos casos tienen que ver con la mitología y otras veces son simplemente representaciones de lo humano en momentos de guerra y violencia”, explicó Francés, quien resaltó la “dicotomía” que impregna toda su obra al presentar la violencia con unos códigos más cercanos al ámbito de la ilusión. “Es lo duro contado suavemente. Las huellas de las que menos orgulloso se puede sentir el ser humano contadas como un cuento infantil”, añadió el comisario.
Entre el medio centenar de obras que expone el CAC destaca el monumental diorama On the banks of the red river (2008), obra que hace referencia a una rebelión en la zona de Winnipeg en el siglo XIX. Hasta 300 figuras componen este diorama que muestra a un grupo de cazadores disparando contra aves y murciélagos con numerosos cadáveres de animales y personas a sus pies.
Su claro interés por el arte español queda patente no sólo en la admiración que siente desde su juventud por Goya y su obra Los desastres de la guerra, sino también en las figuras de quijotes, toros, toreros, bailaoras con trajes de lunares y citas de García Lorca que aparecen en algunas de sus obras.
Otro nexo con España es su relación con la galería madrileña Helga de Alvear, propietaria de muchas de sus obras y que este año presentó en Arco su obra Rebellion lay in her way (2011), que se alzó con el premio para jóvenes artistas que concede desde 2004 la feria de arte.
Dzama ha expuesto también en el Museo de Arte Moderno de Montreal, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Tate de Londres y la Galería de Arte Corcoran de Washington, entre otros.
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