El abogado del asesino de Brunete pide la rebaja de la condena para su cliente

El abogado del Sergio González Moreno, de 34 años, condenado por el asesinato de su excompañera sentimental en Brunete, ha pedido esta mañana en la vista por el recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que la pena de 25 años impuesta a su defendido sea rebajada. El letrado ha defendido que se le apliquen la eximente incompleta o de atenuantes analógicas para reducir la condena o que sea internado en algún centro psiquiátrico para atender el trastorno de la personalidad que sufre. El fiscal y los abogados de las acusaciones particular y popular han defendido que se mantenga el fallo por la alevosía y el ensañamiento con el que mató a su exnovia.

El crimen por el que fue condenado González Moreno se produjo la mañana del 21 de enero de 2010 en el domicilio de Ivana Sanz Fanego, en Brunete. La mujer quedó con su exnovio a desayunar en un bar de la localidad, tras lo cual acudieron a su casa. Allí consumieron cocaína hasta que se inició una discusión entre ambos. Ella logró salir al rellano de la escalera y pedir auxilio, pero su asesino la agarró de nuevo y la metió en la vivienda. Allí empleó al menos cuatro armas blancas (dos cuchillos, una navaja y unas tijeras) para asestarle 82 puñaladas, de las que al menos 21 fueron mortales, según los peritos.

El abogado recurrió la sentencia ante el TSJM y ha pedido varias posibilidades para rebajar los 25 años a que fue condenado por la sección 26ª de la Audiencia Provincial de Madrid. Ha solicitado que no se considere ninguna agravante: ni la de alevosía ni el ensañamiento ni la de parentesco. En todo caso ha pedido la medida de seguridad de internamiento en un centro psiquiátrico al apreciar, en su opinión, la eximente incompleta de trastorno mental.

El ministerio público y las acusaciones han rechazado todas las alegaciones del defensor, al entender que sí hubo alevosía al atacar de forma sorpresiva y desproporcionada a Ivana Sanz Fanego. También han apreciado el ensañamiento por las 82 puñaladas recibidas y el parentesco, ya que hubo una relación sentimental entre ellos. "El acusado no sufre un trastorno de la personalidad, sino que sufre un trastorno de control de sus impulsos que no le afectan a la parte cognitiva ni volitiva de sus actos", ha destacado un letrado al final de la vista.

En el recurso ha participado por videoconferencia el condenado, que se encuentra en prisión. Este no ha querido utilizar su derecho a la última palabra en el juicio. La sentencia se conocerá, según fuentes judiciales, a finales de abril.