Puig elimina uno de cada cinco coches patrulla de los Mossos d’Esquadra

En contra de lo que hasta ahora ha asegurado el consejero de Interior, Felip Puig (CiU), los recortes están afectando al trabajo de los Mossos d’Esquadra. La policía catalana cuenta con casi 500 coches menos desde finales del año pasado. La disminución afecta al 20% de los turismos (no ha renovado el renting de 446 coches); es decir, se ha eliminado uno de cada cinco coches. Los sindicatos, en guerra abierta con Interior por los recortes, aseguran que Puig está poniendo en peligro la seguridad en Cataluña. El departamento esgrime que ha reordenado la flota de coches y que los patrullajes y la forma de hacerlos siguen intactos.

Los sindicatos cuentan, en cambio, con varios ejemplos de la disfunción que supone la considerable merma de turismos: desde agentes saliendo en furgonetas a patrullar, a cuatro personas en un vehículo camuflado (lo habitual son dos). Puig siempre lo ha negado y les ha tildado de irresponsables por crear alarma entre la ciudadanía.

La cifra concreta de los recortes en los coches se hizo pública ayer a raíz de una pregunta parlamentaria del diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch, aunque los sindicatos policiales lo llevan denunciando desde finales del año pasado. Un portavoz de Interior aclaró que el número es incluso un poco superior: 479 coches menos. El departamento se ahorra así 4.120.000 euros.

“La tolerancia del consejero con las patrullas ciudadanas en las zonas rurales de Lleida, que son un peligro público, se debe a que él es incapaz de asegurar o dar el servicio de seguridad”, criticó ayer Bosch.

Por zonas, la región metropolitana sur (que incluye ciudades como L’Hospitalet o Cornellà) ha quedado con el 36% menos de coches (de 428 a 274). “Nos peleamos por coger los vehículos. El que llega el último se tiene que ir con furgoneta o con las motos”, aseguran fuentes policiales destinadas en esa área.

“Es el reino de la incongruencia”, se queja Jordi Costa, de SindiCAT, en referencia a la petición de Puig de asumir más competencias y a la realidad, que apunta a la escasez de medios y de agentes. “Acabaremos haciendo las patrullas a pie”, augura. “Quitar 500 coches de la calle implica menos mossos patrullando. Eso significa menos detenidos, lo que a su vez comporta más delincuencia”, deduce el portavoz del SPC, David Miquel.

“El patrullaje del cuerpo es francamente complicado de llevar adelante con esta reducción”, lamenta el portavoz de UGT, Valentín Anadón. Interior esgrime que muchos coches antes pasaban muchas horas en el garaje. “Ahora hacen más kilómetros”, explica un portavoz de Mossos.

Pero para los sindicatos eso comporta también problemas. “El desgaste de los coches es doble. Funcionan las 24 horas, con distintas formas de conducir y desgaste. Algunos vehículos se pasan semanas en los talleres porque no hay presupuesto para pagar la reparación o pasar la ITV”, denuncia Toni Castejón, de SME-CC OO, e ilustra la situación con un caso en Esplugues de Llobregat: “Recibieron el aviso de un caso de violencia doméstica y los agentes tuvieron que ir al sector de tráfico a pedirles un coche. No tenían con qué ir porque el turno anterior aún no había llegado”.