_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Dar la cara en la huelga general

"Algún día las próximas generaciones enjuiciarán qué hicimos ante el atropello"

Convocar una huelga general no es nunca una decisión fácil, pero en esta ocasión, las barbaridades a combatir son tantas y tan graves, que la única cuestión a decidir era la fecha. Así, el 29 de marzo será el día que los trabajadores y trabajadoras de este país tenemos la oportunidad de decirle al Gobierno del Partido Popular que la reforma laboral impuesta, merece nuestra condena y una rectificación en profundidad por medio del diálogo social.

Dar la cara en una huelga general no es nunca una decisión fácil. A lo largo de los años he podido oír decenas de excusas para esquivar una responsabilidad anclada en el pasado del movimiento sindical y que se proyecta hacia el futuro, pues algún día las próximas generaciones enjuiciarán qué hicimos ante el atropello perpetrado con esta modificación legislativa, que pone a cada trabajador y trabajadora en el umbral del despido de forma fácil, rápida y barata.

Dar la espalda en una huelga general no es nunca una decisión acertada, al menos para quienes vivimos de nuestro trabajo, para quienes bajo la protección del derecho laboral hemos intentado prosperar con nuestras familias, sin atropellar los derechos de nadie, pero sin permitir que nos atropellen en nuestra dignidad como empleados y como personas.

Los contratos para emprendedores con un periodo de prueba de un año, sin indemnización, ni derechos sociales, son solo un ejemplo del ataque que esta reforma laboral realiza a la esencia del derecho del trabajo desde que se aprobara el Estatuto de los Trabajadores en los primeros años de la transición. Los desequilibrios a favor del empresariado son tantos y tan evidentes que es difícil encontrar a alguien que pueda negarlo, ni siquiera la cúpula empresarial.

Dar la espalda en una huelga general no es nunca la solución. Desde la UGT-PV sabemos que la solución tendrá que venir desde el diálogo, desde el consenso y el sentido común, desde la recuperación del carácter compensatorio en una relación, la laboral, profundamente desequilibrada hacia el empresariado. Estas cuestiones ya las tuvo sobre la mesa el Gobierno, con el 2º Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva, pero con su increíble desprecio por el diálogo social, no quiso dar valor a un acuerdo de ese nivel de trascendencia, creando un vacío en la sociedad española que, algún día, habremos de llenar con acuerdos, cuando la huelga sea un éxito.

Sí, será un éxito, pues a lo largo de los años siempre encontré más y más compañeros y compañeras dispuestas a dar la cara que a dar la espalda al movimiento sindical. Con empleo, sin empleo, a pesar de las presiones y las amenazas, en la calle o en la empresa sabían que una vida sin empleo digno era como resignarse a la derrota antes de empezar a jugar.

Conrado Hernández Mas es secretario general de la UGT-PV.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_