La familia de Olaciregui dice que el error es el "asesinato en sí"

La familia del vendedor de bicicletas Eugenio Olaciregui, cuya muerte se atribuyó ETA en un comunicado en el que le acusó de haber delatado al terrorista Valentín Lasarte, ha dicho hoy que "la equivocación suprema es el asesinato en sí, sea de quien sea". Los allegados de Olaciregui, fallecido en 1997, han ofrecido hoy una rueda de prensa en San Sebastián, después de que la Fiscalía haya solicitado la reapertura del sumario por este crimen, y las recientes declaraciones en las que el propio Lasarte ha admitido que, cuando fue arrestado, unos agentes le comentaron que la llamada que le delató había sido realizada por una mujer.

Durante la comparecencia de hoy, Miguel Mari Olaciregui, hermano mayor del asesinado, ha leído en castellano un comunicado, mientras que la cuñada del fallecido, Edurne Albizu, ha sido la encargada de leerlo en euskera, en presencia de la viuda, Koro Villarta. El escrito explica que, "transcurridos quince años" del asesinato de Eugenio, "la reapertura del sumario" y "la declaración de Valentín Lasarte en la investigación han permitido aclarar que ETA se había equivocado al señalarle como objetivo".

Tras recalcar que la familia Olaciregui no acepta "la lógica macabra de la equivocación", el comunicado insiste en la idea de que "ningún asesinato está justificado", porque matar a alguien "no es defender un ideal, sino que siempre será asesinar a una persona".

"No obstante -prosigue la nota-, queda dicho que la acusación incierta de delator ha supuesto para Eugenio y para nosotros una condena añadida. Nos hemos sentido ignorados, incomprendidos e incluso despreciados por un importante sector de la sociedad, que ha hecho que esta carga sea para nosotros aún más pesada y dolorosa", advierte el comunicado. "Tampoco podemos ocultar nuestro pesar e impotencia por otro sector de la sociedad que ha callado demasiado", aclara el texto, antes de lamentar que "el miedo, la vergenza y el pasotismo hayan sido, durante las últimas décadas, pésimas características que han acompañado a parte de una sociedad" vasca que ha permanecido "atemorizada" pero "también distante con el sufrimiento ajeno".

La familia Olaciregui celebra los "nuevos tiempos" que vive el País Vasco tras el cese de la violencia de ETA, en los que "se habla y escribe sin parar de paz, reconciliación, perdón, arrepentimiento, víctimas y victimarios", algo que, a su juicio, "es muy necesario". No obstante, los allegados del vendedor de bicicletas asesinado advierten de que "ninguna paz" será "completa" si se "arregla" o "compone" en "foros donde se confunda la discreción con la falta de transparencia" o en "mesas de dudosa representatividad", sin que "toda la sociedad se vea totalmente implicada". "Y la implicación de la sociedad requiere, entre otras cosas, reacción y autocrítica por la frialdad con la que ha actuado durante demasiado tiempo", subraya el comunicado. La familia Olaciregui recuerda asimismo que "el mejor homenaje quese puede hacer a Eugenio y al resto de las víctimas del terrorismo es que, amén del camino que deben recorrer los propios terroristas, también la sociedad ponga los verdaderos cimientos para que nada de esto se repita".

La familia de Eugenio señala que ha sufrido una "condena añadida" al ser tachado de chivato