Las tres cajas impulsan un fondo de desahucios con cargo a la Obra Social
BBK frenó una propuesta de PSE, Bildu, y CC OO que pedía mayores compromisos
Las asambleas de las tres cajas vascas, BBK, Kutxa y Vital dieron ayer un paso al frente para intentar paliar una de las principales pesadillas para las familias que viene adherida a la crisis; los desahucios.
Las tres impulsarán un fondo con cargo a la Obra Social, todavía de cuantía indefinida, que deberán de pactar con las administraciones públicas, y que servirá para intentar que ninguna familia en dificultades se quede sin su residencia por culpa de la situación económica. Aunque no precisaron más, los tres presidentes, Mario Fernández, de BBK, Xabier Iturbe, de Kutxa y Carlos Zapatero, de Vital, justificaron la medida como un compromiso de sus instituciones con la sociedad vasca, que va más allá incluso de la adhesión de Kutxabank —el banco fruto de la fusión de las tres— al Código de Buenas Prácticas. Este código está regulado en el Real decreto de Protección de Deudores Bancarios aprobado el pasado día nueve de marzo. “No podemos quedarnos impasibles”, dijo el presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero. “Debemos de colaborar en una solución que compete a los poderes públicos”, argumentó Fernández.
Sin embargo, en Bizkaia, el acuerdo para impulsar ese fondo dejó en la cuneta una propuesta de 36 miembros de la asamblea, del PSE, Bildu, CC OO y Ezker Anitza, que proponía elevar el techo de ese código de buenas prácticas, tanto en la cuantía de los crédicos —pasar de los 150.000 euros a los 360.000— como en la paralización de todos los casos de lanzamiento —acto del desahucio— pasando por aumentar el umbral de las reestructuraciones de las deudas. Finalmente, los firmantes exigieron que los afectados puedan quedarse, en caso final de desahucio, con un alquiler que no sobrepasara el 30% de su renta disponible.
“Si subimos el techo nos quedamos sin suelo” dijo Mario Fernández, rechazando de plano la propuesta. El presidente de BBK y Kutxabank dijo estar perplejo porque el documento de los partidos y sindicatos sólo habría sido presentado en Bizkaia, cuando el problema es general, dando a entender que, quizás hubiera sido posible llegar a algún tipo de acuerdo de haber venido con una base política pactada. El fondo de desahucios que propusieron los tres presidentes no era, como se llegó a pensar en un principio, una transacción entre PNV y PSE. Simplemente no hubo negociaciones.
BBK gana 220,2 millones
Las tres cajas aprobaron sus cuentas y resultados. El Grupo BBK obtuvo un beneficio de 220,2 millones de euros, con una aportación positiva de CajaSur de 2,9 millones y se situó, de nuevo, como una de las entidades más solventes del Estado y de Europa. La Obra Social realizará en 2012 una de las mayores inversiones en relación con su tamaño, con un presupuesto total de 65 millones de euros. Caja Vital, por su parte, obtuvo en 2011 un beneficio neto consolidado de 14,7 millones de euros, lo que supone una reducción de un 62% con respecto a 2010.
Kutxa cerró 2011, el último ejercicio antes de su integración en Kutxabank con BBK y Caja Vital, con un beneficio consolidado menor al de Vital, en concreto de 10,25 millones de euros, un 85,5% inferior al de 2010, tras dotar provisiones por un importe de 195,38 millones. La Obra Social alcanzará los 37,9 millones de euros.
El presidente de BBK, Mario Fernández sugirió que las únicas cajas a tiro para estudiar una posible adquisición son las Caixa Catalunya y Nova Caixa Galicia, aunque dijo que “están muy entretenidos con la fusión vasca”.
En Euskadi la crisis ha provocado que se produzcan una media de siete desahucios diarios, la gran mayoría debido a impagos con las tres cajas vascas. El 60% del negocio hipotecario de BBK es con las familias.
Fernández argumentó además que la caja perdería competitividad de hacer una regulación exclusiva porque “el resto no la va a hacer”, y sugirió que dar ventajas de este tipo a la competencia puede ser muy peligroso y “poner incluso en riesgo” el negocio. Los proponentes querían además que el coste del plan, que tampoco cuantificaron fuera con cargo a resultados y no a la Obra Social. “Sin resultados no hay Obra Social”, dijo Fernández, dando a entender que no se pueden correr ese tipo de riesgos.
Frente a la sede de BBK, en la Gran Vía de Bilbao se manifestaron un grupo de miembros de la plataforma Stop Desahucios que reclamaron la dación en pago como fórmula para acabar con la deuda bancaria. Un representante de Bildu en BBK contó el caso de una clienta de la entidad que después de entregar el piso que compró por 300.000 euros y haber pagado cuotas por valor de 52.000 euros, todavía debía al banco 132.000 euros. “Estos es una locura”, dijo. La asamblea rechazó la propuesta de PSE, Bildu y CC OO por 50 votos en contra (27 a favor, 11 abstenciones).
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