La resurrección del abuelo

Fernando de Rojas y Mateo Alemán en la literatura, Diego de Siloé y Pedro Machuca en la arquitectura, Berruguete en la escultura, El Greco en la pintura… La primera época del Siglo de Oro español dio grandes nombres al arte, pero los maestros musicales de la época quedaron relegados el olvido. Dos conciertos en Madrid este domingo recuperan la figura del compositor Cristóbal de Morales, que abrió la puerta en el siglo XVI a una etapa musical gloriosa que aún hoy sigue siendo la mejor de la historia de España.

Si hay algo en común en los dos recitales, además de la presencia de Morales, es el acento británico: el londinense Gabrieli Consort, capitaneado por Paul McCreesh, es el encargado del concierto del Auditorio, y el Coro de la Comunidad de Madrid ha escogido para dirigirlo al barítono Eamonn Dougan, también británico y director asistente del prestigioso grupo vocal The Sixteen. Ambos grupos británicos llevan años interpretando la obra de los maestros del Renacimiento español.

"A pesar de que la mayoría de los países europeos tienen grandes compositores del siglo XVI, hay un color y una expresión particular en la música española del Renacimiento. Supongo que es en parte reflejo de la riqueza política y la ambición de España en este periodo y, sin duda, del carácter del catolicismo español", explica McCreesh. El director llega al Auditorio con el 'Réquiem' de Morales, una obra mística y que traza un puente entre la polifonía de la Edad Media y el ornamento desmedido del Barroco. "Es desde luego el primero de una serie de réquiems españoles basados en el canto llano donde la armonía es muy lenta y sombría", comenta.

La obra es muy conocida para el Gabrieli Consort, y el propio McCreesh conoce la vida y obra de Morales desde su Sevilla natal hasta la catedral de Toledo, pasando por los músicos de cámara del Papa Pablo III. "Morales es el abuelo musical del Renacimiento español. Su música, aunque a veces algo austera, tiene una profunda belleza y una inmensa capacidad técnica", comenta, aludiendo a una generación posterior de compositores patrios que no hubiese llegado tan alto sin Morales, integrada por maestros como Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero o Alonso Lobo.

Al otro lado de la ciudad, en los Teatros del Canal, Eamonn Dougan también mostrará al público no solo la maestría de Cristóbal de Morales, sino también la de todos esos compositores que vieron en él un referente. Un concierto a cargo del Coro de la Comunidad de Madrid y dedicado a la Virgen María en el que se entremezclan obras que van desde los maestros del Renacimiento español hasta compositores actuales, incluido el Regina Caeli de Morales. Para la segunda parte, el coro afrontará un repertorio profano, con canciones en inglés de distintas épocas.

"Sin duda el Renacimiento es la etapa más importante de la historia de la música española. La calidad de maestros como Victoria es incomparable. Creo que es una música que, al mismo tiempo, tiene un peso dentro de la tradición sin dejar de reflejar el carácter español", comenta este barítono reconvertido en afable director, que en Londres se encarga de los Coros Jóvenes Nacionales de Gran Bretaña cuando su trabajo en The Sixteen le da un descanso.

Tanto McCreesh como Dougan alaban el repertorio renacentista español, quizá porque en Gran Bretaña estas obras se interpretan a menudo. "No sé cuál será el conocimiento de Morales en España, pero en Inglaterra se interpreta muchas veces. Su música es increíble y allí es muy apreciada", explica Dougan. Una música con la mirada puesta en Europa, al contrario de lo que pasaría con los compositores nacionalistas de principios del siglo XX. "El repertorio del Renacimiento es inevitablemente paneuropeo. Ejemplo de esa mezcla de escuelas es que muchos cantantes españoles cantaron polifonía franco-flamenca para el Papa", sentencia McCreesh. En esa época los mejores de cada país pasaron por Roma y, como dice el director del Gabrieli Consort, bebieron de la música de los otros. Una época en la que Europa miró a España para inspirarse en sus compositores, algo que nunca más sucedería, y en la que Morales era llamado 'Príncipe de los músicos'.