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El PSE rectifica en la Cámara para no animar a los ciudadanos a ir a la huelga

Los socialistas se abstienen en una moción que inicialmente respaldaron

El País
La presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, recibió en la sede del Legislativo a medio centenar de jóvenes menores de 30 años que participan en un encuentro para jóvenes y responsables técnicos y políticos de Juventud.
La presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, recibió en la sede del Legislativo a medio centenar de jóvenes menores de 30 años que participan en un encuentro para jóvenes y responsables técnicos y políticos de Juventud.L. RICO

Los socialistas tuvieron que rectificar ayer en la Cámara vasca la actuación de uno de sus integrantes, por la que el partido instaba a los ciudadanos a sumarse a la huelga general del 29-M. El portavoz del PSE en este debate, el parlamentario Bixen Itxaso, había firmado con Ezker Anitza-IU una enmienda transaccional de cuatro puntos, el último de los cuales rezaba textualmente: “El Parlamento anima a la ciudadanía a participar en la jornada de huelga general convocada para el día 29 de marzo en contra de la reforma laboral”.

El portavoz del grupo, José Antonio Pastor, tuvo que reconducir ese compromiso y el PSE se abstuvo finalmente en la votación, con lo que el punto en cuestión fue derrotado, lo que habría ocurrido de todos modos, porque el PNV no iba a respaldarlo.

El PP se queda solo en defensa de la reforma laboral de Rajoy

Pastor explicó luego el cambio en los pasillos de la Cámara: “Una cosa es apoyar movilizaciones y otra la huelga”. El portavoz entendió que la ambigüedad de la fórmula usada permitía entender que se llamaba a sumarse a la huelga, cuando su parlamentario creía que estaba respaldando las movilizaciones que se convocaran durante “la jornada de huelga”. “El PSE-EE no convoca formalmente huelgas, por eso nos hemos abstenido, aunque comprendemos las razones de los sindicatos”, aclaró.

Pastor se quejó al mismo tiempo de que el PNV y el PP hubieran impedido con su mayoría tanto en la Mesa del Parlamento primero como en la Junta de Portavoces después, el receso que para el pleno del día 29 habían solicitado los socialistas. El PSE perseguían facilitar con él la presencia tanto de parlamentarios como de personal de la Cámara en las concentraciones convocadas.

Derrota por dos votos

El Gobierno perdió ayer una votación en la Cámara por dos votos, debido a las ausencias del lehendakari, Patxi López, de regreso de su viaje oficial de la India, y del popular Iñaki Oyarzábal. Este último se encontraba manteniendo una conversación telefónica junto al salón de plenos y, cuando fue a entrar, un ujier se lo impidió, ya que se había iniciado la votación, según comentó él mismo a EL PAÍS.

De esa forma, los 37 votos que sumaron el PNV, Aralar y las tres formaciones del Grupo Mixto permitieron sacar adelante una enmienda de Aralar a una iniciativa original socialista por la que la Cámara insta al Gobierno a revocar su decisión de rebajar un 7% este año la prestación complementaria de vivienda.

La propuesta, que no obliga al Ejecutivo más que con el valor moral de la recomendación de la Cámara, reclama también que se mantenga el montante máximo de esta ayuda en los 250 euros mensuales a los que ascendía antes del recorte. Socialistas y populares solo sumaron en contra 36 votos debido a las dos ausencias citadas.

La semana pasada se produjo una situación similar, cuando la ausencia de López y de otro parlamentario socialista permitió que la Cámara aprobara una iniciativa en contra de los recortes aplicados por el Gobierno para los empleados públicos.

También salió adelante ayer una proposición socialista con el apoyo de todos los grupos salvo el del PP, que insta al Gobierno central a revocar su decisión de limitar la Renta Básica de Emancipación.

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La fijación de posición de la Cámara en contra de la reforma laboral evidenció el enfrentamiento más irreconciliable entre los socialistas y sus socios del PP, como era previsible. El PSE transaccionó con el único parlamentario de Ezker Anitza, Mikel Arana, proponente de la iniciativa, el texto que —salvo en ese cuarto punto— terminaron apoyando también el PNV y parcialmente UPyD y EA.

El PP se quedó solo en la defensa de la acción del Gobierno central con sus 13 escaños frente a los 57 que sumó el resto de la Cámara. “El Parlamento insta al Gobierno del Estado a la retirada del decreto de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral” y a “restablecer el equilibrio en las relaciones laborales con respeto absoluto a la negociación colectiva y a los elementos sustanciales de la misma”. Al Ejecutivo de Patxi López le pide que haga caso omiso de la reforma laboral y no la aplique en todo lo que sea de su competencia exclusiva, manteniendo el empleo público, “incluido el de las sociedades públicas”.

El popular Antón Damborenea defendió la reforma del Gobierno de Mariano Rajoy en la necesidad de homologación del sistema laboral español con el resto de Europa y tachó de “nostálgicos” del franquista Fuero del Trabajo a quienes se oponen.

Damborenea admitió que se trata de un “reseteo” integral, tal y como había dicho el socialista Itxaso. Pero mientras este usó el término como censura y lo ligó a la “involución”, pérdida de derechos y garantías y de papel de la negociación colectiva y de la representación de los trabajadores, que atribuyó a la reforma laboral, Damborenea le dio la connotación de “modernización de la negociación colectiva”. El popular desechó la validez del resto de reformas — 52, contabilizó Itxaso desde la aprobación del Estatudo de los Trabajadores. “52 parches”, las descalificó Damborenea.

El PNV se sumó a las críticas de una reforma “perjudicial”, que no tiene “vuelta atrás” aunque la situación económica mejorara y que no ha tenido en cuenta la opinion de las comunidades autónomas para su puesta en marcha. “Pregúntele a la señora López de Gereñu si es perjudicial”, retó Damborenea al peneuvista Ricardo Gatzagaetxebarria, en referencia a la secretaria general de la patronal vasca Confebask, quien es miembro del PNV y fue consejera del anterior Ejecutivo de Ibarretxe.

Soledad del PP con el modelo A

El Parlamento rechazó ayer la propuesta del PP que buscaba arrancar la petición al Gobierno de que abra nuevas aulas públicas —o las concierte en la red privada— de determinados modelos lingüísticos “cuando exista demanda”, entreabriendo la puerta así a que se creen grupos en los centros en cuanto exista al menos una solicitud de modelos residuales, como es el caso del modelo A.

El texto fue rechazado al contar con el único apoyo de los proponentes y UPyD, y la Cámara aprobó otro alternativo firmado por PNV y PSE, que solicita que se continue permitiendo a las familias elegir libremente a través de una planificación adecuada de los modelos lingüísticos y que se garantice “a todo el alumnado una capacitación real para la comprensión y expresión oral y escrita, en las dos lenguas oficiales”.

Hoy en día, Educación abre nuevas aulas de modelos concretos que no existen en un centro si hay demanda suficiente. De lo contrario, se ofrece a la familia acudir a un centro en el que sí exista esta opción lingüística o el cambio a otro modelo en el primer centro solicitado.

El grupo más crítico con la propuesta fue el socialista, que por boca de Vicente Reyes, calificó el planteamiento de sus socios como “profundamente reaccionario, segregador, favorece a los pocos que más tienen”. El popular Iñaki Oyarzábal defendió su iniciativa porque el Ejecutivo "permite que se condicione la decisión de las familias, mirando hacia otro lado”.

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