El imán de Terrassa criticó que las leyes protejan a las mujeres y a los niños
La fiscalía presenta una querella contra el líder religioso, basada en fragmentos de sus discursos
"Esta tierra está dotada de unas leyes contrarias a las leyes islámicas. Estas leyes protegen... ¿a quién protegen? Protegen a la mujer, lo que se hace llamar los derechos de la mujer”. Así arranca parte del discurso claramente discriminatorio del imán de Terrassa, Abdeslam Laarusi, del viernes 20 de enero, grabado por los Mossos d’Esquadra. La fiscalía ha hecho pública la querella contra el líder religioso, al que acusa de incitar al odio y a la violencia contra la mujer después de analizar fragmentos de su discurso. “Y si, hermanos, con este método [aislando a la mujer] no se soluciona el conflicto, tienes que acudir a los golpes”, manifestó el imán.
La policía catalana registró dos intervenciones del líder religioso en la mezquita de Terrassa, una de las más grandes de Cataluña. El primer día, el viernes 16 de diciembre, Laarusi animó a sus fieles, unas 1.500 personas, mayoritariamente hombres y niños, a castigar a la esposa que “no obedece” y “se rebela”, dejándola “sola en el lecho”, “negándole las relaciones sexuales”, según recoge la querella. Y si eso no funciona, recomienda la violencia física “No afees, no golpees en la cara, no hagas correr la sangre”, pedía. Los golpes, “una práctica tolerable”, tienen “que ser discretos, que nadie sepa de ellos fuera de la vida conyugal”.
La fiscalía abrió una investigación contra el imán a principios de marzo y entonces ya trascendió que el líder religioso animaba a pegar con un bastón pequeño a la mujer. En las partes más relevantes del discurso que esgrime el Ministerio Público, Laarusi arremete contra las mujeres con empleo. “Hoy en día, una de las causas del divorcio es que la mujer sale a la calle a trabajar y se convierte en una mujer independiente, con su propia cuenta bancaria”, reproduce la fiscalía. Una esposa “que tiene trabajo y dinero” exige al hombre “trabajar también en casa, como preparar la comida y lavar la ropa, y esto conlleva una ruptura y el conflicto entre el hombre y la mujer”, sigue. Además, asegura, le “mira con desprecio” y deja a los “niños sin educación”.
Laarusi critica también que la ley permita a las mujeres pedir ayuda. “Puede llamar a la policía y hacer que acudan a su casa y así amenazar a su padre, a su madre [...]con el castigo, un castigo carcelario”. O un “castigo educativo” que da “libertad” a las jóvenes para salir hasta altas horas, beber alcohol y llevar chicos a casa, lamenta. Pero todos deben saber, según el líder, que “el día del juicio final” no habrá “nadie que les pueda cubrir”, [...]“se tendrá en cuenta la fe, la buena obra, la obediencia al marido y la obediencia a los padres”.
Al conocerse la acusación contra el imán de Terrassa, las asociaciones islámicas de la ciudad corrieron a defender su inocencia y pusieron en duda que el hombre hubiese pronunciado semejantes discursos. Citado por los Mossos d’Esquadra para que se explicase, el líder religioso se negó a declarar. La Comunidad de Mujeres Musulmanas de Terrassa aseguró que nunca se sintieron “menospreciadas ni discriminadas” por el imán, que sigue en la mezquita de la ciudad.
La fiscalía destaca en su querella la importancia del líder en la comunidad islámica, donde ejerce de “guía espiritual” y consejero en situaciones de la vida cotidiana. Le acusa de “incitar a la violencia física y psíquica contra la mujer” otorgando al hombre una “posición de absoluta superioridad y de control sobre la mujer, discordante con el principio de igualdad”.
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