El traje oficial y el traje electoral

José Antonio Griñán tuvo que vestir ayer dos trajes. Se puso primero el de presidente de la Junta de Andalucía en el homenaje oficial del bicentenario de la efímera Constitución de 1812. Por la tarde, se vistió de candidato en la recta final de la campaña. Por la mañana, no pudo intervenir en el acto oficial en el Oratorio San Felipe Neri de Cádiz. Ya más cómodo y sin corbata, durante un mitin en el que participó por la tarde en el municipio gaditano de Olvera, cargó contra el PP. Criticó, precisamente, que el presidente Mariano Rajoy no se diera cuenta del traje oficial que llevaba puesto y convirtiera su discurso ante los Reyes en Cádiz en un acto "electoral" en defensa del "cambio", la palabra talismán y eslogan de los populares andaluces.

"Ha metido una pequeña bacalá", dijo Griñán en referencia al discurso de Rajoy: "Eso no está bien". El candidato socialista comparó el discurso del presidente con las conferencias de prensa de Soraya Sáenz de Santamaría tras los consejos de ministros de los viernes. Según Griñán, la vicepresidenta emplea esas ruedas "para meterse con Andalucía". El problema de los populares, en opinión de Griñán, es que "confunden lo institucional con un acto de partido". Por eso, afeó las palabras que el presidente pronunció en el acto oficial del bicentenario: "La libertad es una conquista del pueblo, no de un partido".

Griñán se resistió ayer a la corriente mayoritaria y no lanzó un ¡Viva La Pepa! Aunque reconoció que aquella Constitución dejó "en el corazón" de los ciudadanos "la semilla de la libertad", prefirió lanzar sus vivas a la Carta Magna vigente hoy, la aprobada en 1978. Recordó sus 34 años de vida y que "jamás ha durado tanto" una Constitución en España. "La Constitución de 1978 es modélica", insistió, "pero se necesitan gobiernos que la hagan realidad".

Griñán acusa al PP de confundir un acto oficial con un acto electoral

La campaña de Griñán volvió ayer la cara hacia su punto fuerte, hacia los pequeños y medianos municipios andaluces que siguen fieles a la izquierda. El candidato centró sus esfuerzos en Olvera. El reparto de concejales en este municipio de unos 8.500 es elocuente: IU, que gobierna, tiene seis ediles, cinco el PSOE y dos el PP.

Pero la visita a Olvera también es una de esas pequeñas batallas simbólicas entre PP y PSOE. De los 770 municipios que hay en Andalucía, los candidatos de los dos partidos han elegido visitar esta última semana de campaña esta localidad. Ayer estuvo Griñán y hoy acudirá el candidato del PP. Y es que este es el pueblo del que procede parte de la familia de Arenas, que nació en Sevilla pero que pasó algo de su infancia aquí.

La libertad es una conquista del pueblo, no de un partido José Antonio Griñán

De este municipio también es originario el consejero de Gobernación, Francisco Menacho, que acompañó ayer a Griñán en los dos actos de campaña que celebró en la localidad. Menacho dejó en el aire una pregunta para que la responda Arenas en su visita de hoy: ¿Qué piensa hacer el PP con el antiguo PER? Según el consejero, "o lo quieren quitar o van a dar menos dinero".

Griñán insistió en este asunto e hizo una defensa del PER: "Eso que nos critican los ignorantes del norte, que no saben que fue nuestra reconversión industrial". Según el candidato, en los Presupuestos Generales del Estado, que están prorrogados, se recoge una partida de 200 millones de euros para el subsidio agrario, por lo que no se entiende que el PP no haya realizado ya los pagos.

Griñán se reunió también en Olvera con representantes del sector agrícola de la zona. Se sumó a una de las reivindicaciones más recurrentes de los agricultores: la intervención en los mercados para controlar los precios en origen. "Si no se garantizan precios agrarios justos, todo lo demás no vale", detalló a los pequeños empresarios y miembros de cooperativas con los que mantuvo el encuentro.