El PSE acusa a Bilbao de hacer pública información fiscal de carácter reservado

La batalla fiscal entre PSE y PNV no cesa. En plena polémica por la filtración del expediente con los datos de Melchor Gil, los socialistas acusan ahora personalmente al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, de hacer públicos datos de recaudación que la propia institución que dirige considera reservados. El líder territorial, en concreto, reveló hace dos meses cómo el descenso de la actividad en Petronor iba a provocar una merma de 30 millones de euros mensuales en las arcas forales, una información que la propia Hacienda se ha negado a confirmar por escrito, como respuesta a una pregunta socialista en las Juntas Generales, con el pretexto de que está protegida.

Fue el pasado 10 de enero cuando Bilbao, durante una entrevista en ETB, avanzó que el recorte de la producción de la refinería, ubicada en Muskiz, iba a suponer un duro golpe para los ingresos fiscales. Petronor, dijo, “es uno de los principales contribuyentes a la Hacienda vasca” y su parada anunciada en una línea de producción “va a afectar en vena a la recaudación de Bizkaia”. Su anuncio motivó una pregunta del grupo juntero socialista en la que se solicitaban más detalles al respecto. La respuesta foral, sin embargo, los ha denegado en defensa del “carácter reservado de los datos con trascendencia tributaria”.

Urkullu critica a los socialistas por tratar de “desviar el foco de atención”

“Si no se pueden ofrecer a un grupo juntero, ¿por qué el diputado general los dio a conocer en una entrevista pública en un medio de comunicación?”, cuestiona el portavoz del grupo socialista en la Cámara territorial, Iñaki Egaña, quien duda sobre si el incumplimiento de Bilbao responde “a un exceso verbal o a su desconocimiento de la legislación foral”, ya que la propia normativa recoge que se deben adoptar las medidas necesarias para garantizar la confidencialidad de los datos tributarios.

Aunque sin una vinculación directa, ya que su origen es anterior en el tiempo, la polémica fiscal se suma a la que esta semana ha sacudido la esfera política tras la filtración del expediente del dirigente socialista Melchor Gil. Una revelación que desde el PSE no dudan en achacar a una persecución política por parte del PNV, ya que el informe solo pudo salir de los ordenadores de la Hacienda foral vizcaína. En este sentido, los socialistas advierten sobre la “falta de seriedad y rigor” en el control de la información tributaria, una alerta que consideran ratificada con la revelación de datos sobre el descenso de la recaudación motivado por Petronor.

Al margen de esta polémica, el caso Gil motivó ayer nuevos pronunciamientos. En declaraciones a Radio Euskadi, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, reclamó al afectado por la filtración que actúe con la “misma responsabilidad” que los socialistas reclamaron a los nacionalistas, en su opinión, con motivo de casos similares. Según consideró, en esta ocasión “hay unos hechos reconocidos y probados” que “llevan a la consideración de delito fiscal e incluso delito penal”, aunque rechazó “entrar en el juego que otros han utilizado en contra del PNV en tiempos pasados”. Asimismo, el líder peneuvista cargó contra el PSE por “desviar el foco de atención” hacia la revelación de los datos.

En sentido inverso se manifestó el presidente de Metro Bilbao y exconcejal socialista en Bilbao, Txema Oleaga, quien acusó al PNV de considerar suyas las instituciones y manejarlas “a su antojo, como le da la gana”. Asimismo, afirmó avergonzarse de que haya dirigentes “capaces de permitir”, en su opinión, que se haya roto “la custodia de la información fiscal de un contribuyente”, en referencia a Gil.

A través de un artículo en su blog (www.txemaoleaga.com), Oleaga comparó la filtración habida en Bizkaia con el “diferente comportamiento” de la Diputación guipuzcoana, gobernada por Bildu, que en todo momento mantuvo la “reserva” sobre la investigación fiscal realizada al tenista Rafael Nadal.