Un pulso al personaje
José Antonio Nielfa se enfrenta a La Otxoa en su último espectáculo
La Otxoa, con su peluca cardada y los zapatos de tacón, nació en Barcelona en 1976, donde José Antonio Nielfa buscaba un futuro en el mundo del espectáculo. Dos años más tarde el personaje de Nielfa se consagró con un éxito apoteósico en las fiestas de Aste Nagusia, en Bilbao, al grito de ¡Libérate! Desde entonces, José Antonio y La Otxoa, La Otxoa y José Antonio, han grabado 16 discos. En el último La Otxoa y yo, el cantante reivindica su derecho a despojarse del peso del personaje para hacer un balance de la música que ha ido colándose en su biografía. A punto de cumplir 65 años, Nielfa canta temas de Amália Rodrigues, Carlos Cano, Charles Aznavour, Nicola di Bari, o el Tatuaje de Concha Piquer, y ha contado en el estudio con la colaboración de El Consorcio y Kepa Junkera. Mañana (19 horas) presentará el disco en directo, en el Teatro Arriaga, acompañado por seis músicos, tres bailarinas y tres voces femeninas.
El espectáculo es un enfrentamiento entre José Antonio Nielfa y La Otxoa, y de paso, un homenaje al cabaré de los años 60. El cantante ocupa el escenario para cantar y para relatar anécdotas de su personaje. “Cuento burradas, le pongo de garrula para arriba, y me meto con ella, pero La Otxoa me lo devuelve y me llama de todo menos bonito”, cuenta.
“Ya puedo salir de chico, quitarme las pelucas y el maquillaje”, dice
Y canta a artistas que admira y a sus amigos, como Carlos Cano que murió sin llegar a escribir la canción que pensaba dedicar a La Otxoa. Su María la portuguesa se fusiona en el espectáculo con el fado Lisboa antigua, de Amália Rodrigues. También recuerda a Miguel de Molina, con un guiño a sus camisas de chorreras. “A veces pienso que la Otxoa no me ha dejado cantar lo que yo quería, cosas serias, baladas, boleros, coplas”, reconoce Nielfa. “He tenido que cantar lo que el público quiere de La Otxoa, canciones divertidas, con doble intención. He aprovechado, ahora que puedo, para hacer lo que yo quiero”.
¿Quién gana sobre el escenario? A Nielfa le gustaría que el resultado fuera un empate, pero después de treinta y tantos años juntos, tiene que reconocer que la protagonista ha sido La Otxoa y que, simplemente, ha conseguido que le deje salir al escenario para que el público le vea de otra forma.
“De ahora en adelante voy a ser más José Antonio y menos La Otxoa”, anuncia. “Ahora ya puedo salir de chico, quitarme pelucas y dejar el maquillaje”. ¿Punto final? “No, no, tenemos para rato”, responde. “De momento vamos a seguir con el enfrentamiento entre José Antonio y La Otxoa porque ha resultado muy bien. Los dos van de mano, se quieren de la misma manera. Voy a seguir cantando. Tengo una vida laboral de casi 50 años y eso que me llevaron a la cárcel aplicándome la ley de vagos y maleantes”.
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