Las lluvias caídas desde noviembre no llegan ni al 30% de lo habitual
Ha sido uno de los tres inviernos más secos en los últimos 80 años
Las lluvias anunciadas para hoy y mañana serán de las pocas ocasiones de tener contacto estos días con un fenómeno antes más que habitual en Galicia. El invierno que astronómicamente finaliza la noche del próximo martes será uno de los más secos de los que se recuerdan. Sin tener que recurrir al testimonio de los viejos del lugar, con los datos presentados ayer por el delegado en Galicia de la Agencia Estatal de Meteorología, Francisco Infante, en la mayor parte del país han caído menos del 30% de las precipitaciones normales. En zonas del sureste de Ourense y del sur de Pontevedra, ni la quinta parte de lo habitual. Este invierno ha sido de los tres en que menos ha llovido desde que hay registros (sobre 1930, aunque el observatorio coruñés lleva 140 años recogiendo datos), y el concreto mes de febrero ha sido el más seco de la historia.
“El año pasado fue normal hasta la primavera. Ahí empezó a bajar la media de precipitaciones”, señaló Infante. Para que pueda hablarse oficialmente de sequía, hace falta que los niveles de pluviosidad —índices de precipitación estandarizados (SPI)— bajen del nivel 0 —el normal— durante un tiempo considerable. El SPI trimestral atravesó la línea roja del -1 que marca la sequía en mayo, pero no se considera como tal hasta que esa tendencia se mantiene durante meses, y eso ha sucedido el pasado mes de noviembre. Actualmente, el índice de precipitación anual está en -2,5, cerca ya del -3 que marcó la mayor sequía registrada en Galicia, la de 1953. Es una “sequía extrema”, según la calificó Infante, que reconoció también desconocer la magnitud del fenómeno, es decir, cuánto tiempo durará.
“Los modelos de predicción para esta primavera no aportan gran información. No señalan tendencias significativas, lo que siendo optimistas, quiere decir que habrá precipitaciones normales, y que se podrá invertir la tendencia, pero no lo sabemos con seguridad”, aseguró Francisco Infante. Para que la sequía se pueda considerar finalizada a finales de 2012, tendría que llover bastante en otoño. La situación de Galicia está siendo parecida a la española en general, y se aparta de lo habitual del norte peninsular. La zona septentrional de la Cordillera Cantábrica, de Asturias al País Vasco y norte de Navarra tiene las circunstancias climáticas tradicionales.
Además de seco, el invierno ha sido algo más frío de lo normal, entre medio y un grado por debajo de la media, y se han producido casos extremos, como los -10 grados registrados en diciembre en zonas de montaña.
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