Medio Rural reduce la franja de protección de incendios sin justificación técnica

El Gobierno gallego aprobó el pasado 23 de febrero su proyecto de Lei de Montes de Galicia. Según dijo, se redactó con “alto grado de consenso” y participación. Sin embargo, el Consello Económico e Social (CES), presidido por la exalcaldesa popular de Vigo Corina Porro e integrado por empresarios, sindicatos y universidades, emitió un dictamen crítico con la norma que no fue tenido en cuenta. El organismo que ahora Feijóo quiere fusionar, según anunció en el debate sobre el estado de la Autonomía, censura que se modifiquen sin “justificación técnica” las distancias de seguridad para la prevención de incendios forestales. También lamenta que se emplee una simple disposición final para modificar numerosos artículos de otras normas.

La nueva ley varía tanto la separación mínima de viviendas e industrias a la que se pueden plantar distintas especies de árboles como las franjas en las que es obligatorio "gestionar la biomasa" con rozas periódicas. En unos casos las distancias de protección se amplían y en otros se reducen con respecto a la ley que el bipartito aprobó en 2007, tras la ola de fuegos del año anterior.

“Sin entrar a valorar la posible adecuación o no del contenido”, indica el dictamen, “el CES estima que la cantidad de modificaciones que se establecen” para la ley de prevención de incendios forestales del bipartito “ponen en evidencia la necesidad de una modificación explícita de la norma y no a través de una disposición final de otra ley”. Y es que a través de una única disposición final la nueva norma sobre montes modifica dos tercios de la ley sobre incendios de 2007, más de cuarenta de sus sesenta artículos.

El órgano consultor critica que se use la ley de montes para variar otras normas

El CES también critica que “la flexibilización de las distancias mínimas a respetar por las nuevas repoblaciones no aparece amparada técnicamente, por lo que este Consello estima que se debe mantener la legislación actual”. El CES añade que “solo cuando una rigurosa justificación técnica lo ampare, procedería la modificación de distancias que, en todo caso, debería realizarse a través de la correspondiente modificación de ley”. Según justificaba el entonces conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, las distancias se cambian porque las anteriores no se estaban cumpliendo.

El CES critica el hecho de que se modifiquen las distancias, sin valorar si las nuevas son mejores o peores, y solo entra en el detalle en una concreta. “Por razones de seguridad ciudadana se propone modificar las distancias mínimas establecidas” para las gasolineras, cámpings e industrias peligrosas “de forma que se amplíe a 50 metros para especies de frondosas y 100 metros para el resto de especies”. La Xunta lo obvia y mantiene su propuesta de 25 metros para las especies resistentes al fuego y 50 para las que lo propagan.

El CES también pide evitar las reformas parciales, a través de esta ley genérica de montes, de la norma específica sobre montes comunales de 1989. Esos cambios, dice, “deberían tramitarse unitariamente en un anteproyecto de ley propio, manteniéndose mientras tanto vigente la citada ley 13/1989”. La Xunta no ha tenido en cuenta ninguna de estas reclamaciones del CES en el texto final remitido al Parlamento la pasada semana. Sin embargo, asegura que se han atendido otras sugerencias que han supuesto cambios en el 75% de su primer borrador.