Solà gastó más de 50.000 euros en un informe cultural de dudosa utilidad
El Ayuntamiento de Vic no ha utilizado el documento que encargó como concejal
Corría el año 2007 cuando Xavier Solà, entonces concejal de Cultura del Ayuntamiento de Vic (Osona, Barcelona) decidió que la ciudad necesitaba lo que denominó como “plan estratégico de posicionamiento y comunicación cultural de la ciudad”, una suerte de documento que ayudara a situar este municipio en el mapa cultural. Dicho y hecho, el informe fue encargado por el hoy secretario general del departamento de Cultura. El problema es que, cinco años después el informe cría malvas en un cajón del ayuntamiento de Vic. Costó más de 50.000 euros, un dinero, por supuesto, público.
El sucesor de Solà en el cargo, Joan López, reconoció en el último pleno municipal que el estudio ha caído en saco roto: admitió que no se ha utilizado el informe y que el actual consistorio no tiene previsto implantar ninguna de las medidas que contiene. La oposición, que pese a solicitarlo anteriormente no ha podido ver el informe hasta que Solà abandonó el consistorio rumbo al departamento de Cultura, denuncia que su contenido no se ajusta al precio pagado.
La cantidad invertida, subraya el concejal de Iniciativa, Xavier Tornafoch, es similar a la que se destina a organizar toda la fiesta mayor. La contratación se hizo por la vía del procedimiento negociado y se escogió, según fuentes del Ayuntamiento, la propuesta de la empresa barcelonesa Big Ideas entre un total de tres.
El informe está repleto de generalidades, vagas líneas estratégicas y teorías de libro de texto
Des del Ayuntamiento se insiste en enmarcar este informe en una “época de bonanza económica” y en un momento en que la cercana inauguración del nuevo teatro Atlàntida abrió expectativas de promocionar Vic des de la vertiente cultural. La llegada de la crisis frenó su desarrollo aunque aseguran aprovecharon algunas ideas comprendidas en el informe, como la del mecenazgo y patrocinio cultural. El actual responsable de Cultura asegura que en fecha de hoy no encargaría tal estudio ni por el coste ni por el planteamiento y prefiere no valorar si entonces, cuando ya estaba en el Ayuntamiento, aunque con otras responsabilidades, tenía sentido hacerlo. En la pasada legislatura en Vic (40.000 habitantes) gobernaba CiU en coalición con el PSC y ERC.
EL PAÍS ha tenido acceso al informe, que está repleto de generalidades, vagas líneas estratégicas y teorías de libro de texto, como la explicación de qué es un plan de comunicación. Apenas hay propuestas concretas. Entre éstas destacan la recomendación de adoptar un carnet o pases de cultura, la creación de una flota y varios circuitos para triciclos eléctricos a pedal, componer una canción promocional, organizar un juego de preguntas online o la grabación de un documental. Ninguna de ellas vio la luz como tampoco se desarrolló la propuesta de crear la marca ViuVic. Escasos meses después otro organismo municipal, el de promoción económica, presentaba otra marca, VicMou, por la que se pagaron 18.000 euros a otra empresa.
La segunda parte del estudio es una mera reproducción de estadísticas de otros organismos, como el Baròmetre de la Comunicació i la Cultura que elabora la Fundació Audiències de la Comunicació i la Cultura (FUNDACC), así como un anexo de benchmarking, un proceso de comparación de productos, servicios o procesos de trabajo con los de otras organizaciones. En este caso, el trabajo se limita a 115 páginas de pantallazos de webs o reproducción de folletos y campañas de otras ciudades del mundo, sin más análisis ni comentarios.
El responsable de la firma Big Ideas, autora del estudio, Dalmau Vives, defiende su labor asegurando que el trabajo se ajusta al encargo que recibió su empresa. “Es un trabajo muy bien hecho; invertimos 2000 horas pero solo facturamos un millar”, recuerda. Al mismo tiempo considera “una pena” que el Ayuntamiento de Vic no le haya sabido dar utilidad. Y concluye: “son cosas que a veces ocurren en el mundo de la mercadotectnia”. Como secretario general de Cultura Solà gestiona en estos momentos un prespuesto de 301 millones de euros.
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