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Cosecha parlamentaria del 82

Solo tres diputados permanecen en el Parlamento de Andalucía desde la primera legislatura

Lourdes Lucio
De izquierda a derecha, Paulino Plata, José Caballos y Manuel Gracia.
De izquierda a derecha, Paulino Plata, José Caballos y Manuel Gracia.GARCÍA CORDERO

Solo son tres de los 510 diputados que han ocupado un escaño en el Parlamento de Andalucía desde su primera legislatura, en 1982. Es una cosecha escasa, 100% masculina y socialista. Si las previsiones electorales de su partido no yerran de manera estrepitosa, volverán a tener escaño en la antigua iglesia del que fuera Hospital de las Cinco Llagas a partir del 25 de marzo. Son José Caballos, Manuel Gracia y Paulino Plata, los únicos que han sobrevivido a las renovaciones, aunque a veces se puedan llamar cribas, en las candidaturas electorales.

Los tres, además del género, tienen más cosas en común. En su día optaron por hacer política autonómica, centrarse en Andalucía, como toda una generación de políticos socialistas a la que se le puso la etiqueta de borbollistas tras pertenecer a los equipos del expresidente José Rodríguez de la Borbolla.

Y los tres, como le ocurre a todo político tarde o temprano, han vivido lo que se llama la travesía del desierto, ese camino en el que, a veces se sabe y otras no, uno descubre que no cuenta ya en su partido, ni se les escucha y apenas se les ve. A los tres, la opinión a su favor del secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, ha sido determinante para repetir. Y para los tres la época más dura por la que ha pasado el PSOE fue la de la pinza, la alianza no escrita de PP e IU en el Parlamento en la IV legislatura (1994-1996).

José Caballos, 58 años, va en el tercer puesto de la lista del PSOE por Sevilla. Aunque pueda parecer normal, no lo es, porque la agitada vida de los socialistas sevillanos, donde Caballos estaba o está en minoría (el PSOE de Sevilla lo dirige una gestora), le situaba con un pie fuera de las listas. Caballos fue portavoz del grupo socialista durante 10 años (1994-2004). Era rocoso, muy duro y poco amable con los adversarios externos e internos, pero si llegaba a un acuerdo su palabra valía igual que una firma. En 2008, comenzó su segunda travesía del desierto cuando perdió la confianza del entonces secretario general, Manuel Chaves. “Siguiendo su lógica, me quitó de portavoz. En política siempre he jugado a dar mi opinión, no a estar con la mayoría y eso tiene un precio”, explica.

Al contrario que Gracia y Plata, nunca ha ocupado un puesto en el Ejecutivo. “Siempre me ha gustado la política y el debate que la gestión diaria”, afirma Caballos, quien destaca la transformación “sin parangón de Andalucía” en estos 30 años.

Manuel Gracia, de 66 años, fue consejero de Educación, de la Presidencia y de Gobernación, desde 1982 hasta 1990. Sustituyó a Caballos al frente de la portavocía del grupo parlamentario en 2004 y fue la voz del PSOE en el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía. Dirige ahora la gestora del PSOE de Sevilla. “No sé si estas elecciones son las más difíciles, pero sí difíciles y complicadas, habrá que echar el resto”, sostiene el número dos de la candidatura socialista por Córdoba.

El político cordobés no cree que haya bajado la calidad en los debates parlamentarios por la pérdida de formación de los diputados. “Han cambiado las maneras. Se hace más política y estrategia en clave de reality show parlamentario y eso afecta a la sustancia de los debates”, comenta de manera elegante. Afirma que como consejero, nunca descuidó el trabajo parlamentario, aunque era consciente de que en la sesión de control no “iba a cortar oreja y rabo”.

El trabajo de Paulino Plata, 58 años, como diputado es bastante desconocido. Durante 17 años se ha sentado en los bancos del Gobierno como responsable de Agricultura, Turismo y ahora Cultura y antes de eso fue siete años alcalde de Antequera (Málaga). Plata, que ocupa el quinto lugar en la lista de Málaga, reconoce que como consejero de Turismo recibió un trato “más amable” por parte de los grupos.

Supervivientes

José Caballos. "Soy corredor de fondo. Tengo siete vidas como los gatos y me quedan cuatro". Esto declaró el político sevillano cuando en 2004 perdió la secretaría general en un congreso del PSOE de Sevilla frente a José Antonio Viera, quien dimitió el pasado mes de febrero. "No he gastado ninguna de las vidas que me quedan", dice Caballos. La pinza para él fue un periodo malo para Andalucía por "las gamberradas" de Javier Arenas (PP) y de Luis Carlos Rejón (IU). Dos diputados cita de la oposición: el ucedista Fernando Arenas del Buey, "inteligentísimo", y Antonio Hernández Mancha (AP).

Manuel Gracia. Asegura el político cordobés que en comparación con el Congreso, donde solo un diputado permanece desde 1977, el que haya tres diputados andaluces desde la primera legislatura "son muchos y ojalá hubiera más del PSOE y de otros partidos". Si no hay ninguna diputada es porque "en aquellos momentos las listas no eran paritarias ni había una estrategia de la mujer", analiza. De los diputados de la oposición, Gracia coincide con Caballos en su elección: "Sin duda, Arenas del Buey. Fue un buen representante moderado del centro derecha".

Paulino Plata. No cree el candidato por Málaga que este periodo sea el más difícil del PSOE. "Las elecciones de 1994 fueron muy complicadas. La pinza PP-IU trajo un bienio muy oscuro. Estamos en una situación de cambio que afecta a todos los gobiernos, pero no creo que sea el fin de ciclo del PSOE". De los debates parlamentarios, Plata se queda con los que ha participado, como el de la reforma del mercado del aceite de oliva. También con el de la ley de Educación de Adultos. Su elección de un diputado de la oposición lleva nombre de mujer, el de Amalia Gómez.

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