Alarte y Puig se atribuyen la mayoría de los delegados de un PSPV muy dividido

El actual secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, y el parlamentario en el Congreso de los Diputados Joaquim Puig se disputarán la dirección de la segunda federación del PSOE en el congreso que tendrá lugar del 30 de marzo al 1 de abril próximos en Alicante.

Ayer se cerró el proceso de elección de la última tanda de los 525 delegados que elegirán a la nueva dirección en el 12º congreso nacional del PSPV-PSOE. Y los resultados auguran una reedición del duelo que mantuvieron Alarte y Puig en septiembre de 2008. Entonces, el primero se impuso al segundo por el estrecho margen de 20 votos.

Ahora la batalla por la secretaría general se plantea también muy complicada en una federación que ha sido incapaz de superar una gran división interna desde que perdió el poder en 1995.

Tras los congresillos de restos, celebrados ayer en las tres provincias, el equipo de Jorge Alarte se atribuye el 44% de los 525 delegados que tendrán voto en el congreso del PSPV. Alarte concentra la mayor parte su fuerza en la provincia de Valencia.

Alarte reunirá a sus

Por su parte, fuentes de la candidatura de Joaquim Puig, que engloba a los partidarios de la exministra Leire Pajín, aseguran contar con más de la mitad de los delegados elegidos para el congreso del PSPV. El entorno del diputado nacional y alcalde de Morella argumenta que su candidatura es hegemónica entre los delegados de las provincias de Castellón y de Alicante.

La obtención de una mayoría con garantías por parte de los dos principales aspirantes a pilotar el futuro del socialismo valenciano se complica por la existencia de otros dos aspirantes: el abogado Manuel Mata, procedente de Izquierda Socialista, y el ex diputado Francesc Romeu, que hace cuatro años aspiró sin éxito a la secretaría general. Estos dos aspirantes aseguran haber logrado el 20% de los delegados necesarios para confirmar su candidatura en el congreso. Y ambos aseguran representar una tercera vía.

Tras el proceso de elección, del que queda pendiente el congreso de restos de la Hoya de Buñol que fue suspendido, los equipos de Jorge Alarte y Joaquim Puig empezaron ayer a preparar las estrategias para convencer a nuevos delegados.

En las asambleas celebradas ayer, el equipo de Jorge Alarte se adjudicó un total de 40 delegados de los 107 elegidos en los congresos de restos —tres de La Hoya de Buñol quedaron pendientes de ratificar a la espera de que se resuelvan unas impugnaciones presentadas— y 13 de los 25 designados por las Juventudes Socialistas (JJSS).

Romeu y Mata se presentan como la alternativa de futuro

Los partidarios de Puig, por el contrario, se atribuyeron 54 de los 107 delegados elegidos en los congresos de restos y 14 de los 25 compromisarios de las JJSS.

En cifras globales, los partidarios del secretario general aseguran contar con 227 de los 525 compromisarios, lo que representa un 44% de los delegados que acudirán al congreso del PSPV en Alicante a dos semanas del inicio del cónclave.

Los partidarios del alcalde de Morella manifiestan tener el 53% de los delegados, lo que supondría contar con el apoyo de 278 representantes.

La confusión de cifras y porcentajes se acrecienta con las declaraciones de los equipos de Mata y Romeu. Los dos aseguran contar con el apoyo de más del 20% de los delegados, respectivamente. De ser buenos todos los porcentajes estos alcanzarían el 137% de los delegados que estarán acreditados al 12º congreso del PSPV.

Un portavoz de Jorge Alarte negó que Puig tenga los delegados que afirma tener e insistió en que los partidarios del alcalde de Morella no superan el 22%. Los porcentajes restantes se repartirían entre los partidarios de Leire Pajín, Mata, Romeu y otros grupos indecisos.

El secretario general tiene intención de convocar este miércoles a los delegados que le apoyan, probablemente en el auditorio del Jardí Botànic de Valencia, para realizar una demostración de fuerza.

Por su parte, el equipo de Puig insistió en que, pese a los resultados obtenidos, la intención de la candidatura “no pasa por ganar el congreso por la mitad más uno”. “Tenemos el deber de hacer un gran acuerdo para salir unidos y plantarle cara al PP”, indicaron. Lo que en la práctica se traduce en que intentarán buscar acuerdos con los delegados de los aspirantes minoritarios para ampliar su base antes de llegar al congreso de Alicante.

Francesc Romeu aseguró tener más del 20% de los delegados y destacó las votaciones contrarias a la gestión de la Ejecutiva que lidera Alarte en las asambleas previas al congreso.

Manuel Mata manifestó que él será el tercero en discordia y que dispone de más de un centenar de delegados y la simpatía de unos militantes que quieren evitar un “choque de trenes”.