Juicio por una paliza mortal a la salida de una discoteca de Mataró

Juan M. encontró la muerte a las puertas de Activa, una discoteca de música máquina. El hombre, de 50 años y taxista de profesión, fue apaleado brutalmente por cuatro jóvenes que desde hoy se sientan en el banquillo de los acusados por aquel crimen. La fiscalía pide para ellos 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y exige que indemnicen a los familiares de la víctima con 440.000 euros.

El suceso ocurrió la medianoche del 7 de septiembre de 2008 en un polígono industrial de Mataró, tras una discusión entre el taxista y el más joven de los acusados, Cristian S. P., que en el momento de los hechos tenía 18 años recién cumplidos. El joven golpeó el retrovisor del Peugeot 407 de Juan. Este tomó una decisión equivocada: detuvo el vehículo y sacó del maletero un bate de madera de más de un metro de longitud. Regresó junto a los jóvenes para recriminarles su actitud. No llevaba el bate en posición de ataque, según la fiscalía. Nada más verle, Cristian se le acercó y le propinó puñetazos que lo derribaron.

Tendido sobre el asfalto, Juan no tuvo ya ninguna posibilidad de defenderse, porque otros dos acusados —Xavier B. y Albert M.—. “de forma conjunta y con el ánimo de quitarle la vida”, le dieron “fuertes patadas en el cuerpo y en la cabeza”, apoyándose incluso en los vehículos aparcados “para pegarle con más fuerza”, según el fiscal. Uno de ellos cogió el bate que había llevado la víctima y le golpeó con él en la cabeza y el abdomen. La cuarta acusada, Pilar L., se animó a participar, tomó el relevo del bate y siguió golpeando el cuerpo del taxista.

El hombre, que era padre de dos hijos, entró en estado de coma irreversible. Murió un año y ocho meses después.