Aguirre cambió el decreto para nombrar colegios tras una sentencia contraria
El TSJM obligó al Gobierno regional a retirar nombres impuestos al Ayuntamiento de Madrid
La diferencia entre que una escuela infantil se llame El Madroño, La Corte del Faraón o un término aséptico e intermedio como Fuencarral- El Pardo nº 6, está entre dos años, dos decretos y una sentencia. El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid acaba de aprobar un decreto que le da la última palabra para asignar nombres a los centros educativos de la región (escuelas infantiles, colegios e institutos públicos).
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, presentó la aprobación de este nuevo decreto (que no fue facilitado a la prensa) como el primer asunto de los aprobados en el Consejo de Gobierno del 1 de marzo. Aseguró que se trataba de regular la asignación de nombres, que no tenía ninguna norma concreta que lo estableciera hasta la fecha y "no quedaba claro". A preguntas de si respondía a una petición o polémica concreta, respondió: "No creo y no lo recuerdo". Sí la ha habido.
Fue una polémica a propósito de las denominaciones de los centros entre el entonces alcalde Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre. Una más entre ambos políticos. En 2010, la Comunidad de Madrid impuso su criterio a la hora de bautizar 22 nuevas escuelas infantiles de titularidad municipal. Quería que llevaran nombres de zarzuelas. Al equipo del alcalde le pilló por sorpresa la lista de nombres (más otros tres de Alcorcón, Griñón y Paracuellos del Jarama) que se publicó durante las vacaciones de verano en el Boletín Oficial de la Comunidad (BOCAM).
El Ayuntamiento presentó un recurso contra esa publicación, un decreto del 29 de julio de 2010 y, antes del pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), las escuelas infantiles se quedaron con los nombres de los distritos seguidos de un número detrás, tal como siguen hasta ahora.
Más de un año después, en diciembre de 2011, la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJM emitió una sentencia que señala que las escuelas infantiles "ni se construyen ni se gestionan por la Comunidad, por lo que no supone incremento de gasto alguno" y concluye "que las escuelas infantiles dependen en la mayor medida de las corporaciones locales".
Se fija además el Alto tribunal en la normativa estatal para concluir que para nombrar un centro "ha de mediar una propuesta del Consejo Escolar y, lo que es más relevante, en el supuesto que estamos resolviendo un informe favorable del Ayuntamiento".
Establece que se anule el decreto que daba nombres de zarzuela porque carece "en este punto de la más mínima motivación" pero entiende que la Comunidad no puede ser condenada "a aprobar la denominación propuesta por el Ayuntamiento". Es decir, deja la cuestión en tablas hasta ahora. Con el nuevo decreto, aprobado el jueves en el Consejo de Gobierno, la Comunidad podrá recuperar La del Manojo de Rosas, Las Leandras o Los Gavilanes como nombres de las escuelas infantiles de Madrid capital. La fórmula es incluir la voz del Consejo Escolar y la emisión de un informe por parte de los Ayuntamientos que podrán presentar opciones pero sin que sean vinculantes.
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