_
_
_
_

La indignación llega a los plenos de distrito

Los distritos de Gràcia y Sant Martí celebran sus sesiones en medio de gritos y pancartas

“¡No nos representan!”. El grito insignia del movimiento de los indignados ha llegado a los órganos de representación de los distritos de Barcelona. Ayer el turno fue para el de de Sant Martí, cuyo regidor, Eduard Freixedes (CiU), se encontró con una cuarentena de vecinos que protestaron durante toda la audiencia pública. El miércoles, la sesión del consejo de Gràcia estuvo a punto de ser suspendida cuando los asistentes no dejaban hablar a los concejales del distrito. Mediante una nota, el Ayuntamiento lamentó estos hechos y pidió respeto para los representantes democráticos.

El pleno de Sant Martí fue precedido ayer por la usual audiencia pública. Vecinos de diferentes edades llevaban pancartas en protesta contra los recortes en sanidad y educación, y gritaban consignas de reprobación a los representantes políticos. “¡Lo llaman democracia y no lo es!”, corearon los presentes. David Escudé (PSC), el presidente de la reunión, intentó mantener la normalidad de la sesión a pesar del desorden. Los asistentes venían de las asambleas sociales del Poblenou, la Verneda-Sant Martí y Clot-Camp de l’Arpa.

En un manifiesto, los vecinos expusieron reivindicaciones más concretas, como el CAP del Besòs, el Instituto Salvador Seguí y el cumplimiento del Compromís per Glòries. “No olvidéis, sin nosotros no sois nadie. Y cada vez son menos los que se dejan atrapar por la comedia de la democracia que representáis en esta sala”, aseguraba el texto. Tras terminar su protesta y coincidiendo con el comienzo del pleno, los vecinos decidieron celebrar su propia asamblea en un local del barrio.

Diversos grupos de vecinos habían convocaron protestas en los plenos de distrito a través de las redes sociales. Sin embargo, la escena de Sant Martí no se repitió en Ciutat Vella y Les Corts, cuyas sesiones también estaban programadas para ayer, aunque los asistentes fueron cacheados por los agentes de la Guardia Urbana antes de entrar en el recinto de plenos, algo que no ocurre habitualmente, informan Jara Laliena y Rodrigo Vigo.

El miércoles, una treintena de indignados de todas las edades intentaron boicotear el pleno de Gràcia. Los manifestantes, la mayoría miembros de la Asamblea de Jóvenes de Gràcia y de la CUP, tomaron pacíficamente el salón de plenos de la sede del distrito, en la plaza de la Vila, y pidieron que se desconvocara, megáfono en mano, alegando también la falta de representatividad de los concejales. Tras media hora de protesta, la presidenta del distrito, Elsa Blasco (ICV), decidió comenzar la sesión; pero cada vez que los regidores querían hablar, eran interrumpidos con pitos y ruido de cacerolas. Ante la difícil situación, la junta de portavoces decidió parar la sesión y debatir si seguían con el pleno o no. Finalmente, resolvieron continuarlo, aunque los manifestantes prosiguieron con el ruido, haciendo imposible el desarrollo normal de la reunión.

Todos los grupos políticos han rechazado los hechos mediante una nota y han lamentado “profundamente que se haya intentado parar el trabajo del consejo plenario, la máxima representación del distrito”. Según el comunicado, “la democracia garantiza que todo el mundo pueda defender sus planteamientos en la audiencia pública”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_