Mascarell: “El Liceo tiene un problema de gobierno”

Se le esperaba, pero no llegó, tras cambiarse el orden del día. Tampoco lo citó Ferran Mascarell en ningún momento, pero el nombre del director general del Liceo, Joan Francesc Marco, estuvo en el aire durante la comparecencia del consejero de Cultura, que abordó el tema de los equipamientos culturales catalanes, en especial el Liceo y los últimos acontecimientos que ha vivido, sobre todo el anuncio y la retirada del ERE a la plantilla.

Para Mascarell, el Liceo tiene un “problema de gobernanza” desde hace años, “con un plenario y un ejecutivo donde la presidencia no es continua y cambia cada dos años”. Es, por tanto, “un sistema poco operativo, poco sólido”. Pero esto se habrá superado, dijo, en septiembre, a partir de la nueva temporada, “para conseguir que el Liceo siga siendo un centro de referencia internacional”.

Ferran Mascarell lamentó, ante los parlamentarios de la Comisión de Cultura del Parlament, que el Liceo cuente con menos recursos por patrocinio por la “coyuntura económica”, pero también “porque se ha perdido el espíritu del Liceo como una cosa de todos, algo incuestionable hace unos años". Según dijo, entre 2007 y 2012 los ingresos propios (entradas y mecenazgo) del teatro lírico han bajado un 5,2% y las aportaciones de las Administraciones que lo sustentan han disminuido el 15,1% (la de la Generalitat se ha reducido el 5,6%; la del ministerio, el 9,9%; la del Ayuntamiento, el 33%, y la de la Diputación, el 52%). “Si estos recortes han ocurrido en apenas cinco años, es que algo hay que analizar, comprender y resolver”, dijo.

El modelo de grandes equipamientos  culturales es caduco

En su comparecencia voluntaria, el consejero abordó el tema de los grandes equipamientos culturales, que calificó de “Frankensteins simpáticos” porque se han creado a partir de la agregación de piezas y socios administrativos diferentes, que crean muchas veces disfunciones, un sistema que vive un “cierto agotamiento y cansancio que obligará a tomar medidas en un contexto que no es el más sencillo”. Según Mascarell, la situación económica no ha de ser la excusa para renovar el tejido de los equipamientos que sufrirán “una renovación profunda” para conseguir centros más eficientes. El próximo lunes, su departamento presentará la nueva red de museos catalanes, que pretende poner orden en todos ellos.

El MNAC tendrá un contrato programa a mitad de este año

Ayer Mascarell repasó de forma somera la situación de alguno de los grandes centros. Del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) dijo que “las referencias no son buenas”, tras perder ingresos propios, mecenazgo y las aportaciones públicas. “Teníamos un problema hace un año y hemos tomado medidas” dijo, anunciando que a mediados de este año el MNAC tendrá un contrato programa. En opinión de Mascarell, los 460.000 visitantes tendrían que superar el millón para que fuera “creador de relato y de canon”.

Respecto al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), aseguró que “hay mucho trabajo por hacer” para ubicarlo en el “centro del relato sobre el arte contemporáneo, vinculándolo con otros centros”, para dar más visibilidad a su colección de 6.000 obras, y que nunca se ha planteado que acabe unificado con el CCCB, sino “trabajando juntos y coordinados”. También dijo que ya está resuelto el “absurdo y famoso” tema de los límites del arte entre el Macba y el MNAC, que tanta tinta ha hecho correr. “Habrá un acuerdo público dentro de unas semanas”, vaticinó.

El lunes 5 se presentará la nueva red de museos catalanes

Sobre el Auditori, tras la dimisión de su director, Oriol Pérez Treviño, acusado de uso indebido de fondos, se limitó a asegurar que “ha tenido la desgracia de tropezar con un problema serio en cuanto a la persona escogida para dirigirlo” y prometió, tal como ya se anunció, que dentro de tres semanas estará resuelto.

En el turno de réplica, los diputados de la oposición no escatimaron críticas a Mascarell. Lo primero que hicieron fue acusarle de falta liderazgo y transparencia para solucionar la crisis creada por la presentación del ERE del Liceo el pasado 14 de febrero y de haber cerrado la crisis en falso, porque “la incertidumbre continúa”, según la socialista Consol Prados.

Pero los momentos más ácidos se vivieron en la segunda comparecencia —no prevista en el orden del día—, sobre el caso Palau. Tras una breve exposición, Montserrat Tura, del PSC, reprochó a Mascarell sus “14 meses de silencio” sobre el expolio de Fèlix Millet y le acusó de ser demasiado escrupuloso. “No ha habido ninguna condena”, dijo, a lo que el consejero contestó: “Es por mi rotundo respeto al procedimiento judicial”. Desde las filas de CiU, el diputado Jordi Turull puso la puntilla al decir: “Es el silencio de un Gobierno concentrado en levantar un país”.