¿Una Rosalía inédita?
La Real Academia Galega defiende que la fotografía publicada hoy por este diario en la que un profesor identifica a la poeta es en realidad un retrato de su hija
La Real Academia Galega rechaza que la fotografía que acompaña esta información sea de Rosalía de Castro. Según el secretario de la institución, Xosé Luis Axeitos, se trata de una imagen de Gala, una de las hijas de la poeta y de Manuel Murguía, hermana gemela de Ovidio. “Tenemos la certeza técnica y científica de que no es Rosalía”, explica Axeitos, que argumenta que ni la vestimenta de la representada ni la factura del retrato podrían haberse dado en torno a 1870, la época en la que Rosalía de Castro mostraría aún ese aspecto lozano.
La imagen en cuestión fue publicada hoy por este periódico, que se hizo eco de un artículo publicado en un medio digital en el que un estudioso de Rosalía y profesor de instituto, Ramón Torrado, identificaba a la mujer que aparece en la fotografía como la escritora y no como su hija.
Según Torrado, esta foto debió de pertenecer al archivo de Gala Murguía, porque en el envés lleva escrito su nombre. Esta circunstancia, a su entender, hizo que durante años, y tal y como sigue defendiendo firmemente la Academia, se atribuyese la estampa a la hija de Rosalía. Cuando revisaba, para grabar un vídeo, unas copias en alta resolución que guardaba en casa desde hacía más de una década, Torrado reparó en un rasgo característico de la autora de Follas Novas: la caída de párpado, según él, no la tenía su hija, que además, cotejadas otras fotos con las que se puede comparar esta, era de rostro más afilado que su madre. Tras realizar consultas, y alentado por especialistas en la figura de Rosalía, Torrado optó por hacer público su hallazgo, y lo hizo a través de Certo, xornal virtual do Barbanza, del que es colaborador.
Oficialmente, Rosalía de Castro no está identificada más que en una docena de imágenes, y las más difundidas, recuerda en su artículo el profesor de inglés en el IES de Boiro, “crean una idea estereotipada de mujer más bien apocada, bondadosa rayando una soporífera beatitud [...]. Una gran mentira”. En esta fotografía en la que él identifica a la autora, cuyo original pertenece a la colección Juan Naya y se guarda en la Real Academia Galega, “ella es diferente”, contrapone a continuación Torrado: “Se ve una mujer llena de fuerza, de intensa, melancólica y compasiva mirada, con la mano en el pecho, segura de su valor, engalanada con pieles y joyas”.
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