Aymerich avisa de que seguirá en el BNG decida lo que decida su corriente
“Mi postura de siempre es trabajar para que Máis Galiza siga dentro”, sostiene
El futuro inmediato del Bloque continúa clarificándose. Ayer, el exportavoz parlamentario y cabeza más visible de la oposición interna a la UPG, Carlos Aymerich, contribuyó a ello. “Mi postura es conocida”, declaró, “siempre dije que no me voy a marchar del BNG, a mí me echaran del Bloque”. Y lo cierto es que en sus alocuciones a la militancia en la Asemblea Nacional de Amio del mes pasado, Aymerich ya había avisado: él respetaría el resultado de las votaciones y su permanencia en la organización no estaba en juego. Con su posicionamiento, el diputado nacionalista marca a fuego los debates previos a la reunión del 11 de marzo en la que Máis Galiza decidirá, sobre todo, si sale o no del BNG.
“Es mi postura de siempre”, insistió Aymerich a este periódico, “y trabajaré para que Máis Galiza siga dentro del Bloque”. Y, además, pase lo que pase en la asamblea de la corriente, él no abandonará el frente. Pese a que las tensiones centrífugas en la corriente se dispararon en las últimas semanas, y conocieron su momento álgido con la escisión del Encontro Irmandiño de Xosé Manuel Beiras el 12 de febrero, los principales nombres de Máis Galiza apuestan por la vía defendida ayer por Aymerich. Dos históricos como Camilo Nogueira y Suso Veiga lo han manifestado en público. Otros, como la viceportavoz parlamentaria Ana Luísa Bouza, o el alcalde de Monforte Severino Rodríguez, también lo han dejado caer. El cabeza de cartel en Vigo, Santiago Domínguez, lo ratificó por la vía de los hechos y pactó con la Alternativa pola Unidade —impulsada por la UPG— una lista unitaria al Consello Nacional. “Debemos fortalecer Máis Galiza dentro del BNG”, aseguró ayer el propio Aymerich.
Pero el goteo de bajas, sin embargo, comenzó hace tiempo. Y no se trata de afiliados de base. Teresa Táboas, número dos de la facción, dio el portazo primero dentro y después en el Bloque. El exsenador Xosé Manuel Pérez Bouza o el alcalde de Maceda, Francisco Xavier Oviedo, lo hicieron un poco más tarde. También anunciaron su baja Esquerda Nacionalista y el Partido Nacionalista Galego (PNG), adscritos a la corriente. Y Paulo López Casal, líder de la Mocidade Nacionalista Galega (MNG), referente juvenil de Máis Galiza, expresó —en una entrevista al día siguiente de la ruptura irmandiña— su preferencia por secundar el camino emprendido por Beiras.
Entre los 700 militantes que el 11 de marzo podrán tomar parte en decidir el rumbo de Máis Galiza, las opiniones resultan encontradas. Buena parte están por la escisión, mientras que, ayer, Carlos Aymerich trazó una hoja de ruta para lo contrario. “Si se asume que hay dos maneras de entender el nacionalismo y que esas dos maneras son consustanciales al Bloque”, explicó, “eso significa que tiene que reflejarse en la dirección, en los cargos públicos y en el discurso”. Ahora, y quizás como contribución a reforzar su posición ante la asamblea del 11 de marzo, exige “gestos” a los vencedores de Amio. “Tiene que haberlos”, añade, “y así deben demostrar si realmente están por la unidad del Bloque”.
Históricos como Nogueira o Suso Veiga defienden la misma postura
Fuera, entretanto, los movimientos se suceden. Esta mañana, en Santiago, un grupo de personas vinculadas al ecologismo y al sindicalismo presentan Espazo Ecogalegusita. Con Xoán Hermida, en su día afiliado a Esquerda de Galicia, como cabeza visible, la iniciativa pretende “construir una nueva herramienta política” y hablan de “izquierda nacional”, no nacionalista. A su constitución oficial, afirman, asistirán miembros de Encontro Irmandiño, Esquerda Nacionalista o la MNG.
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