La falta de quórum impide al claustro de la UPV votar los recortes presupuestarios
Unos 40 representantes estudiantiles abandonaron la reunión en un descanso
El objetivo era claro: debatir y votar las medidas de ahorro que ha previsto el equipo rectoral de la UPV en su proyecto de presupuestos para este año. Para eso se convocó ayer un claustro extraordinario de la universidad pública en Bilbao, forzado con las firmas de todos los sindicatos representados en este órgano de gobierno —CC OO, UGT, STEE-EILAS, ELA, LAB y CSIF— y de un grupo numeroso de claustrales, entre ellos profesores, alumnos y miembros del personal de administración y servicios.
Lo que ocurrió fue que únicamente se debatió, ya que durante un descanso de unos minutos anunciado por la mesa antes de dar paso a la votación prevista, unos 40 claustrales decidieron marcharse y evitaron con ello que hubiese el quórum necesario —un tercio de los 239 representantes— para poder votar. Ante ello, el rector, Iñaki Goirizelaia, suspendió el claustro, lo que, a juicio de representantes de UGT y CC OO, contraviene la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas.
A efectos reales, la reunión no tenía ninguna trascendencia, más allá de dejar en mal lugar al rector en caso de que triunfase el voto en contra de las medidas de ahorro, ya que sobre las cuentas de la universidad solo tiene competencia el Consejo de Gobierno. Este órgano decidirá mañana sobre el anteproyecto de presupuestos para este año, que prevé un recorte de unos 12 millones de euros, de los 445 millones de 2011 a los 432,9 millones actuales.
La alianza de representantes que había impulsado la celebración del claustro se diluyó durante su celebración como un azucarillo en el café. Las medidas de austeridad que centraban la protesta son básicamente dos: la supresión de las primas por jubilación anticipada y de los complementos salariales para los docentes y un control más riguroso en las sustituciones de bajas y las contrataciones.
Representantes sindicales sostienen que se incumplió la legalidad
Durante el debate, intervinieron cuatros sindicalistas, dos estudiantes de distintas agrupaciones y un profesor del campus de Álava. Juanjo Unzilla, vicerrector de Coordinación, detalló las motivaciones del equipo rectoral al elaborar las cuentas.
El sindicato LAB no acudió a una reunión que calificó de “mascarada”. “Han ocurrido hechos que cuestionan la unidad sindical. Entre otros, la estrategia de un sindicato [en referencia a UGT] por convertir este claustro en una moción de censura indirecta y representar así su vieja guerra particular contra el equipo rectoral”, rezó una nota difundida por la central abertzale.
Los estudiantes que intervinieron en el debate anunciaron que, aunque respaldaban la defensa del servicio público universitario, no iban a participar en una votación “para apoyar a un sindicato u otro”.
Antes del segundo punto del orden del día, la votación en sí misma, la mesa anunció un receso de unos minutos. Durante el mismo, cerca de 40 claustrales, casi todos ellos estudiantes, se marcharon tras entregar sus acreditaciones e impidieron así que hubiese el quórum reglamentario.
Goirizelaia anunció entonces la suspensión de la reunión —en realidad quiso decir finalización, aclararon después fuentes de la UPV—.
Representantes de CC OO y UGT sostuvieron que “todo estaba previsto” de antemano por el equipo rectoral y que por eso se realizó el citado descanso. Estos miembros del claustro sostuvieron que la mencionada ley obliga a Goirizelaia a volver a citar a este órgano. “Si transcurrida una hora sigue sin haber quórum, debe suspenderlo y volver a celebrarlo en el plazo de un mes”, concluyeron.
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