Un empresario del 'caso Malaya' declara que se manipularon pruebas

El juicio del caso Malaya sigue deparando momentos de alta tensión 139 sesiones después. El protagonista absoluto de hoy ha sido el empresario jiennense Andrés Liétor, antiguo amigo del supuesto cerebro de la trama corrupta marbellí, Juan Antonio Roca. El empresario ha asegurado durante su interrogatorio que el disco duro que contiene la contabilidad secreta de Roca –la principal prueba de cargo- ha sido “manipulada”. Liétor ha sostenido esta teoría de forma constante pese a las amenazas del fiscal de denunciarle por proferir “expresiones de tipo delictivo”. La abogada de Liétor, Rosario Gómez Bravo, ha tratado en vano de reconducir a su cliente.

“Los archivos han sido manipulados el 13 de noviembre de 2007 y, lo que es más grave, el 3 de noviembre de 2010, cuando llevábamos un mes de juicio”, ha afirmado Liétor. Esta acusación ha llevado al fiscal anticorrupción, Juan Carlos López Caballero, a expresar su protesta y a amenazar a los acusados que cuestionen la limpieza de las pruebas con acciones penales: “No permitiré que estas expresiones con contenido delictivo queden impunes y tomaré acciones legales contra quienes las digan”. Pese a la advertencia de López Caballero, el acusado, que se enfrenta a una petición fiscal de 22 años de cárcel y 23 millones de euros de multa por los delitos de blanqueo, cohecho y malversación de caudales públicos ha mantenido su teoría de la manipulación de las pruebas. Según el fiscal, Liétor y su socio Carlos Sánchez pagaron a Roca alrededor de seis millones de euros.

De los 95 acusados sentados en el banquillo, Liétor ha sido de largo el que más ha cuestionado la instrucción y el proceso, con prolijos recursos a todos y cada una de las resoluciones de la causa que le afectaban y algunas que no le afectaban. En sus escritos, que se cuentan por decenas, los ataques al fiscal han sido constantes. En la sesión de hoy martes la antipatía entre ellos ha aflorado. En un momento de la vista oral, cuando la letrada Gómez Bravo interrogaba a Liétor, el fiscal ha hecho algún gesto ostentoso. Ante la protesta del acusado, el representante del ministerio público ha pedido disculpas, y ha añadido: “pero comprenderá usted que me tiene fuera de quicio”. “Pues imagínese cómo me tiene usted a mí”, le ha respondido Liétor, que ha sido reconvenido en numerosas ocasiones por el presidente del tribunal, José Godino.

Durante el interrogatorio del fiscal, Liétor ha desvelado su versión de por qué Roca ha admitido haber recibido pagos de los empresarios con intereses urbanísticos en Marbella. Según él, después de que dos acusados pactaran con el fiscal admitir sus delitos a cambio de una sustancial rebaja de pena, la letrada de Roca le dijo que el supuesto cerebro de la trama iba a cambiar su estrategia de defensa, lo que implicaba reconocer los cohechos de los empresarios y los pagos que a su vez hacía a los concejales de la corporación marbellí.

El tribunal ha ordenado un careo entre Liétor y Roca. En él, el empresario ha negado haber realizado pagos al exasesor urbanístico y tener ningún tipo de relación societaria con él. Roca, por el contrario, ha sostenido que tenían negocios en común.