CC OO se enroca y anuncia que no participará en la consulta de Panrico
Los representantes de la fábrica se reafirman en hacer huelga indefinida desde el jueves Si los trabajadores rechazan la propuesta del Gobierno, la empresa cerrará en Santa Perpètua
Se atienen a las consecuencias y las asumen. Pero rechazan la consulta. Los representantes del sindicato CC OO, mayoritario en la planta de Panrico de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) se han enrocado y no reconocen el referéndum que hoy decidirá el futuro de la fábrica donde se producen los míticos donuts. La plantilla (347 personas en la fábrica y 256 en los nueve centros de administración y distribución, según datos de la empresa) está llamada a votar entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde si acepta la propuesta que la Generalitat, como mediadora en el conflicto, ha puesto sobre la mesa. Se trata de 35 prejubilaciones, una rebaja salarial de hasta el 25% que garantiza que nadie cobre menos de 26.000 euros y el mantenimiento de la plantilla en los próximos cuatro años. Sí acepta la propuesta UGT, mayoritario en el comité intercentros.
CC OO lleva desde el sábado, cuando celebró una asamblea en la planta, diciendo que no: ni acepta la propuesta ni la consulta. Y que no. Aunque el riesgo es enorme: Panrico ha dicho que si no se acepta la propuesta, cierra y deja a más de 400 personas en la calle. El tema preocupa mucho a la dirección del sindicato, comenzando por el secretario general, Joan Carles Gallego, que no ha conseguido un cambio de actitud entre sus filas en Santa Perpètua. Los representantes del sindicato en la planta hablaron, en cambio, de un nuevo intento de mediación, el miércoles ante el Tribunal Laboral, y de la convocatoria de huelga a partir del jueves. Nada de esto ha sido comunicado a Panrico, aseguran fuentes de la empresa.
Del cierre al referéndum
Los últimos resultados de Panrico arrojan unas pérdidas de 229 millones de euros en 2010, el 53% más que el año anterior.
En noviembre de 2011 la empresa, que acababa de ser adquirida por el fondo Oaktree, anuncia el cierre de la planta de Santa Perpètua y el despido de toda la plantilla.
La Generalitat media entre Panrico y los sindicatos y presenta una propuesta para votarse en consulta y mantener la planta al menos cuatro años a cambio de rebajas salariales.
UGT acepta la consulta, pero CC OO la rechaza.
El conflicto está en la advertencia de la propiedad, el fondo Oaktree, de que cerrará la planta si no reduce sus costes laborales: son el 40% más elevados que en el resto de plantas españolas. El aviso es de septiembre y desde entonces ha sido imposible acercar las posturas: ni entre la empresa y los trabajadores, ni entre los dos sindicatos. Tan distanciados están CC OO y UGT que hace tres semanas llegaron a las manos ante el director de Relaciones Laborales de la Generalitat, Ramon Bonastre, que se ha ganado fama de paciente.
En su papel de mediador, Bonastre puso la propuesta sobre la mesa el jueves. El viernes, por sorpresa, CC OO la rechazó. Considera que no es equilibrada, que está sesgada de parte de la empresa y no acepta que pueda votar toda la plantilla en Cataluña. Por ello, convocó una asamblea el sábado en la fábrica en la que participaron 229 empleados; 169 la rechazaron. Mientras, UGT celebró la suya en Barcelona, donde se constató que sí aceptan. La postura de CC OO es inamovible: la del sábado es la única votación que consideran válida. “Lo vinculante es la opinión expresada por la asamblea celebrada el sábado en la fábrica, esto es lo que nos obliga”, insistió el delegado de CC OO en la planta, Pedro Izquierdo.
¿Saben qué puede pasar si sale el no? “Lo sabemos, puede significar que la empresa cumpla su amenaza. No nos queda otra”, dijo Izquierdo. “No podemos aceptar una propuesta que no es equilibrada ni que voten trabajadores a quienes ni les va ni les viene”, añadió en referencia al personal de administración, comercial y distribución de los centros de la calle de Binéfar en Barcelona, Sant Just Desvern, Barberà, Reus, Manresa, Vilafranca del Penedès, Cornellà y Fornells.
El presidente del comité intercentros, Juan Santo (UGT), entiende que una rebaja salarial del 25% “es mucho”, pero es partidario de aceptarla. “Dile a cualquier trabajador que tiene empleo cuatro años por 26.000 euros y encima le indemnizas por las mochilas… mañana tenemos cola en la verja de la fábrica”, argumenta. Las mochilas son una serie de pagas de antigüedad que arrastran muchos de los empleados de Santa Perpètua, y de acuerdo con la propuesta de la Generalitat, Panrico las compraba a los empleados y les indemnizaba por perderlas. El coste para la empresa está calculado en 3,5 millones de euros.
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