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Una decisión personal de Rajoy

El presidente del PP resolvió entre cuatro opciones que Oyarzábal ocupase en Génova un puesto relevante en la gestión del fin de ETA y para abrir el partido

Javier Rivas
Oyarzábal (primero por la derecha), ayer en el congreso de Sevilla con los otros tres dirigentes del PP vasco miembros del Comité Ejecutivo Nacional: Alfonso Alonso, Antonio Basagoiti y Marimar Blanco.
Oyarzábal (primero por la derecha), ayer en el congreso de Sevilla con los otros tres dirigentes del PP vasco miembros del Comité Ejecutivo Nacional: Alfonso Alonso, Antonio Basagoiti y Marimar Blanco.JULIÁN ROJAS

De las cuatro opciones que tuvo sobre la mesa para elegir, fue el propio presidente popular, Mariano Rajoy, el que decidió anteayer que la secretaria sectorial que iba a encargar a Iñaki Oyarzábal en la dirección nacional del partido fuese la de Justicia, Derechos y Libertades. Esta resolución, en la que tuvo también un peso importante la opinión de la nueva número dos de la formación, María Dolores de Cospedal, es uno de los hechos que avalan el papel de mayor relevancia con que el PP vasco sale del congreso de Sevilla.

Rajoy había pactado con Antonio Basagoiti que Oyarzábal entraría en el núcleo duro de su ejecutiva. Por primera vez, un dirigente del PP vasco iba a tener un cargo operativo en la dirección de Génova. Lo significativo, inciden fuentes populares, es que se decantase al final por un puesto que permite al PP de Euskadi tener un peso y una voz aún más determinante en la formación de la estrategia de todo el partido sobre la gestión del final de ETA, la principal cuestión política a la que Rajoy tiene que hacer frente esta legislatura desde La Moncloa.

“Hacer valer nuestra visión en el lugar en que se mantienen las relaciones con los Ministerios de Interior y Justicia y con los demás partidos es lo más importante”, apunta un miembro de la dirección popular. “El PP se implica no solo en el País Vasco, sino también en Madrid, en el final de ETA”, decía ayer a EL PAÍS el propio Basagoiti, quien considera que el cónclave sevillano ha avalado la apuesta de renovación con que él llegaba a la cita. “Tenemos que marcar una línea en Génova y con una conexión muy importante con el Gobierno”, añadió.

Oyarzábal cuenta con una buena sintonía con el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, pero también con el gabinete del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Y desde el lado vasco, junto a su labor para trazar la estrategia pos-ETA dentro del equipo de Basagoiti, mantiene la relación más directa en el PP con el consejero de Interior, Rodolfo Ares.

Oyarzábal seguirá

Y no se trata solo de ETA. Dirigentes de primer nivel del PP nacional y algún ministro recordaban ayer en Sevilla a miembros de la ejecutiva vasca que predecesores de Oyarzábal en un puesto similar han sido no solo Federico Trillo, sino Ignacio Astarloa, mucho más conservadores ambos en materia social o de libertades que el número dos de los populares vascos. “Ese cambio de perfil claramente supone un giro al centro en todas esas cuestiones. Rajoy, quien sabe perfectamente que el nombre de Oyarzábal levanta ampollas en los sectores más duros del partido, le podía haber nombrado secretario de otras cosas, pero decidió precisamente que fuese esa”, apunta un parlamentario presente en el congreso. “Es la más política de las secretarias sectoriales”, apunta otro dirigente.

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“Voy a tratar de dar una visión más abierta y avanzada a determinadas posiciones, o por lo menos trataré de impulsarlas”, se limitó a señalar ayer Oyarzábal a este periódico.

La designación cuenta con otro compromiso, que Basagoiti le planteó desde un inicio como condición a Rajoy. Oyarzábal seguirá prioritariamente dedicado a las tareas del partido en Euskadi y a la política de la comunidad autónoma, y compatibilizará su actual puesto con el cargo en Génova. “Va a seguir siendo secretario general en Euskadi al 100%”, apunta uno de los consultados, papel que reforzará en el congreso que el PP vasco celebrará el próximo mes de mayo.

A su favor para ello juega la posibilidad de contar con un equipo de personas que ya trabajan en esta materia tanto en Génova como en Interior y Justicia o en las Cortes. Aquí pueden desempeñar una actuación relevante tanto el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, como su adjunto, Leopoldo Barreda, ambos con una larga y estrecha relación de trabajo político con Oyarzábal. “Ni se va a ir a vivir ni a hacer política en Madrid”, resume un dirigente vasco.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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