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Una protesta de trabajadores suspende el consejo de gobierno de la UAB

Hoy estaba previsto que se concretara el recorte de cuatro millones en personal docente

Unas 150 personas, entre personal docente, de administración y servicios y estudiantes, irrumpieron ayer por la mañana en la sala donde debía celebrarse un consejo de gobierno de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que no se constituyó. Este organismo debía debatir la aplicación de un recorte de cuatro millones de euros en personal docente e investigador (PDI), un ajuste que se ha frenado, por el momento, debido a la protesta de los sindicatos. De esos cuatro millones de recorte, se prevé que uno salga del fondo social y los tres restantes de no renovar a profesores interinos. En este sentido, los sindicatos calculan que el tijeretazo podría provocar el despido de unos 300 docentes.

A mediodía, representantes del comité de empresa realizaron una asamblea para informar de la situación al personal y comunicaron próximas acciones. El día 29 se ha convocado una huelga de las universidades públicas catalanas por parte de la Plataforma Unitaria en Defensa de las Universidades Públicas. Los sindicatos UGT, CC OO y CGT han mostrado su apoyo, así como representantes del PDI y grupos de estudiantes de la UAB. Por el momento, la convocatoria no ha sido apoyada por la totalidad de sindicatos del personal de administración y servicios (PAS).

Las Universidades de Barcelona (UB), la Autónoma (UAB) y la Pompeu Fabra (UPF) han despedido o no renovado contratos al menos a 658 profesores asociados, lectores o ayudantes en el actual curso 2011-2012, a falta de conocer si se confirma que la Politécnica de Cataluña (UPC) quiere hacer lo mismo con 300 más, según denunciaron ayer tres representantes de Pudup en una rueda de prensa.

Regina Martínez, miembro del departamento de Universidad al Alcance de la Escuela de Posgrado de la UAB, es una de las afectadas por los recortes. “Después de meses de amenazas y rumores de despido, el órgano gestor se comprometió a no llevarlo a cabo”, cuenta. Y añade: “Dejamos de movernos porque nos dieron su palabra, pero tras el proceso de matriculación, que conlleva un gran trabajo, me han comunicado que voy fuera”.

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