Ética con mucho arte

“Actualmente estamos acostumbrándonos a la falta de ética en conductas y operaciones que presumiblemente deberían ser intachables”, ha explicado este martes José Pedro Martínez, director de actividades del Patronato Martínez Guerricabeitia, “por eso hemos decidido trasladarlos al arte y plantear cómo la estética retrata la falta de ética”. Y de esta forma, la 11ª Bienal Martínez Guerricabeitia acentúa el leitmotiv que ha vertebrado las últimas ediciones y que además es el que inspiró al coleccionista Jesús Martínez Guerricabeitia en su búsqueda de creadores emergentes: le interesaba el arte comprometido. Y así se constata en la valiosa colección de obras que donó en 1999 a la Universitat de València.

Por ello, si hace cuatro años la bienal se centró en la inmigración, y hace dos en la degradación del medio ambiente, la 11ª Bienal se titula Nulla aesthetica sine ethica (Ninguna estética sin ética), conceptos que la ciudadanía echa de menos en tiempos convulsos de crisis económica y de valores.

Ayer se presentó en el Museo de la Ciudad de Valencia (plaza del Arzobispo, 3) la exposición que se ha preparado para esta edición de la bienal. Y siguiendo las líneas de otras ediciones, la captación de nuevos creadores ha corrido a cargo de galerías de toda España (cinco, de Sevilla, Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid y Valencia) y críticos de arte (otros cinco). En cada caso se proponían dos artistas, por lo que la exposición se compone de 20 obras de otros tantos artistas.

Cinco galerías y cinco

Los creadores seleccionados en esta edición han sido Chechu Álava, Jordi Alcaraz, Antonio Ballester, Patricio Cabrera, Colectivo LimpiArte, Luis Cruz Hernández, Carlos García-Alix, Chus García-Fraile, Iñaki Gracenea, Mari Puri Herrero, Cristina Lucas, Xisco Mensua, Cori Mercadé, Eugenio Merino, Nico Munuera, Amalia Ortega, Paco Rossique, Guillermo Rubí, Mery Sales y Matías Sánchez.

Entre las creaciones destacan el colorido de la obra de Iñaki Gracenea, la frescura de Cristina Lucas o la Piedad en rojo de Cori Mercadé. La valenciana Galería Valle Ortí ha seleccionado a Xisco Mensua (Barcelona, 1960), con un políptico que remite al realismo cinematográfico italiano, y a Matías Sánchez (Alemania, 1972), que exhibe Niebla, que quizá evoca el actual tiempo de confusión que atraviesa la sociedad.