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ELA rechaza protestar junto a CC OO y UGT contra la decisión del Gobierno

Adolfo Muñoz carga con dureza contra ambas centrales por reunirse con la ministra de Trabajo

El País

La reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a poner de manifiesto la dificultad de los sindicatos vascos para entenderse, incluso en cuestiones en las que están próximos. El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, cargó ayer con dureza contra CC OO y UGT por reunirse con la ministra de Trabajo, Fátima Báñez. En opinión de Muñoz, las críticas de ambas centrales a la reforma son simplemente “una pose” con la que tratan de “mantener el muñeco del diálogo social”.

ELA ha descartado sumarse a las protestas convocadas por UGT y CC OO contra la reforma para el próximo domingo y les ha excluido expresamente de cualquier decisión conjunta a medio plazo.

La central mayoritaria mantiene su llamamiento a otra manifestación el 25 de febrero, secundada por una treintena de organizaciones sociales del ámbito nacionalista, que espera “sea multitudinaria”. ELA convocará otra protesta más en la calle cuya fecha desvelará el día 25.

LAB, que también participará en esta protesta de la próxima semana, anunció un calendario propio para el que tampoco contó con nadie y cuya primera cita es una asamblea de delegados prevista para hoy en Vitoria. La central abertzale ha convocado actos similares en Pamplona, Rentería y Bilbao para mañana y el jueves.

“Sangría de derechos”

De su lado, la secretaria general de Confebask, Nuria López de Guereñu, calificó ayer la reforma aprobada por el Ejecutivo central como “profunda, trascendente y decidida”, y valoró la flexibilidad que da a las empresas el abaratamiento del despido de cara a favorecer la contratación. Sin embargo, estimó que “no va a generar empleo por sí sola” si no va acompañada de otras medidas que activen la economía.

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Para Muñoz, esa “flexibilidad” solo implica “salarios cada vez más bajos” y aumento del paro. “La empresa va a chantajear y amenazar con despidos”, recalcó el líder de ELA, para quien la reforma es “una sangría de derechos laborales y colectivos”. Muñoz lanzó un dardo al resto de sindicatos al afirmar que “deja en evidencia a quienes negociaron con Confebask”. Una negociación que López de Guereñu calificó de positiva, pese a que CC OO, UGT y LAB no han logrado pactar con la patronal.

El secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, tendió la mano a todos los sindicatos para unirse el día 19 frente a una reforma que “va en contra de la sociedad”.

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