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Griñán: “El nuevo modelo supone retroceder casi un siglo”

El presidente teme el desplome de las condiciones de trabajo

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el domingo en Sevilla.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el domingo en Sevilla.EDUARDO ABAD (EFE)

“Retroceder casi un siglo”. Así resumió ayer el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, los efectos de la reforma laboral aprobada el pasado viernes por el Gobierno. Para Griñán uno de los grandes pasos atrás del texto es la “supresión” de la negociación colectiva y su sustitución por contratos individuales.

La reforma, según Griñán, “escoge un modelo equivocado de crecimiento económico y de competitividad porque apuesta por salarios bajos”, ya que el decreto ley establece “un modelo de relaciones laborales en el que la fijación de las condiciones de trabajo se van a establecer prácticamente de forma unilateral entre el empresario y el trabajador”. Esto supondrá, según Griñán, que “si la negociación colectiva y el convenio colectivo se pueden derogar en una negociación interna, los convenios colectivos perderán valor o no van a existir, y va a trabajar la gente prácticamente por el salario mínimo, que además es un mínimo que ha sido congelado por el propio Gobierno”.

“No vamos a competir con países en vías de desarrollo sino que tenemos que competir con países potentes, y lo más importante es saber cómo vamos a competir a través de la investigación, de la innovación y el conocimiento, y no desplomar las condiciones de trabajo”, advirtió el presidente de la Junta. Otra de las razones por las que la reforma sigue, según Griñán, “el modelo equivocado”, es porque abarata el despido “en un año en el que se ha dicho que se van a destruir puestos de trabajo”. “Por lo tanto, abaratarlo es favorecer esa destrucción”, afirmó el líder de los socialistas andaluces, que también acusó al Gobierno de callar “lo más definitorio” de la reforma laboral: “Se va a producir una reducción enorme de las condiciones de trabajo, se va a trabajar más por menos y no nos vamos a preocupar de competir por la inteligencia, por el conocimiento y por el valor añadido”.

A preguntas sobre una posible huelga general, respondió: “No soy sindicalista y no puedo decir algo que le compete a los sindicatos”.

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