“El PNV no puede poner en duda la solvencia vasca por interés partidista”
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, no deja de multiplicar sus frentes abiertos. Como coordinador del Gobierno vasco, se ha visto envuelto en el duro cruce de acusaciones con el PNV a cuenta de la situación de las arcas públicas. También ha sido protagonista del congreso del PSOE y mantiene su implicación en la gestión del fin de ETA.
Pregunta. ¿No se ha portado bien Iñigo Urkullu?
“No vamos a sacralizar el déficit si obliga a recortar servicios esenciales”
Respuesta. No solo ha difundido y manipulado conversaciones privadas, sino que, aún más grave, ha cometido la irresponsabilidad de hablar de quiebra de Euskadi, generando una situación de incertidumbre y desconfianza que no se ajusta a la realidad. Es verdad que Euskadi está pasando dificultades, pero somos una comunidad solvente, que paga regularmente y coloca su deuda sin dificultades.
P. ¿A qué achaca la salida del presidente nacionalista?
“Las declaraciones del Gobierno central sobre ETA van en la buena dirección”
R. Al PNV no le ha importado poner en duda la solvencia de Euskadi por interés partidista, pero habría que advertirle de que no todo vale para hacer política y desgastar al Gobierno. Lo peor de su equivocación es que pretende insistir en su error. Debería rectificar, reconocer que se ha equivocado.
P. ¿Da por rota su relación personal con Urkullu?
R. No es la primera vez que desvela conversaciones privadas. Y en las relaciones políticas debe haber espacio para el diálogo discreto. El PNV no es solo el principal grupo de la oposición, sino que ostenta responsabilidades de gobierno en otras instituciones. Nosotros no hemos roto relaciones con ellos, si bien es cierto que tampoco pasan por su mejor momento.
P. ¿Se está jugando a la política con las Diputaciones por su importancia en materia fiscal?
R. Quienes están al frente no están queriendo abordar una fiscalidad más progresiva y justa, que contribuya además a tener más recursos. Es inexplicable que, sobre todo Bizkaia, se niegue a poner en marcha un plan coordinado de lucha contra el fraude. Por otro lado, corresponde a las Diputaciones las iniciativas en esta materia, pese a que el 70% de los recursos públicos tienen como destino el Gobierno. Parece razonable que, en el futuro, el Ejecutivo tenga también mecanismos para incidir en las medidas fiscales.
P. ¿Cuál es la situación económica real del Gobierno?
R. Como el resto de las instituciones, tenemos dificultades por la crisis, pero estamos realizando esfuerzos para ahorrar y mantener los servicios públicos. Y también estamos endeudándonos, sí, porque no vamos a sacralizar el déficit. Cerraremos 2011 con más déficit, pero sin recortar servicios esenciales como la sanidad, la educación, las políticas sociales o las ayudas a empresas y familias. También vamos a seguir pagando. A seguir siendo los primeros en pagar.
P. La alegría ha llegado desde el congreso del PSOE. ¿Ha supuesto Alfredo Pérez Rubalcaba un triunfo para el PSE?
R. Nosotros habíamos apostado por él como secretario general del PSOE, por su experiencia, su capacidad de trabajo y porque tiene las ideas muy claras sobre la oposición que tenemos que hacer: útil y responsable, pero contundente a la vez contra los recortes que está planteando el PP. De todos modos, tenemos buena relación con Carme Chacón y, de haber ganado, también hubiéramos estado detrás de la secretaria general y de su equipo.
P. Pasa usted de la ejecutiva al comité federal.
R. Llevaba ocho años en la ejecutiva y ya había manifestado que mi deseo era dedicarme al Gobierno y la política vasca.
P. ¿Por qué pasa entonces a la ejecutiva quien dirige la política vasca?
R. El lehendakari ya ha explicado que se incorpora por deseo personal de Rubalcaba y con la condición de que no le suponga ello una dedicación en Madrid, porque quiere seguir siendo el presidente de los vascos y concurrirá otra vez como candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas.
P. Jesús Eguiguren pierde peso en el PSOE. ¿Consecuencia de sus declaraciones?
R. Respeto a Jesús, pero algunas decisiones no las comparto. Creo que debería analizar que cuando sus propuestas son permanentemente aplaudidas por los radicales abertzales en algo se está equivocando.
P. ¿Le preocupa la actitud del Gobierno del PP ante el escenario del fin de la violencia?
R. Espero que el Gobierno tenga la inteligencia política y la altura de miras como para seguir impulsando una política que contribuya a que ETA se disuelva definitivamente, sin ninguna contraprestación, y a que los radicales, de paso, no tengan ya excusa para jugar al victimismo. Entiendo que empieza a haber declaraciones en la buena dirección, pese a la presión de sectores de la ultraderecha.
P. ¿Pretende ETA mantener “una estructura larvada en la clandestinidad”, como dijo el nuevo ministro?
R. ETA es una organización clandestina que, como tal, tiene que mantener una infraestructura para mantenerse en esa clandestinidad. Otra cosa es que se pretenda interpretar que esa infraestructura se mantiene para recomponer la estructura terrorista y poder realizar atentados. De todos los datos que tenemos, nada apunta en esa dirección.
P. ¿Bajan menos revueltas las aguas de la Ertzaintza?
R. Tenemos una situación tranquila desde que en agosto llegamos a un acuerdo con la mayoría sindical.
P. Pero ese acuerdo choca con los recortes que se pretenden aplicar ahora al conjunto de los funcionarios.
R. Es cierto que tenemos alguna disfunción. Nuestra intención es cumplir lo que pactamos, si bien es cierto que aquellas medidas dirigidas al conjunto del funcionariado que afecten también a los ertzainas habrán de aplicarse.
P. Usted ya dijo que esas afecciones iban a ser mínimas
R. Y lo van a ser. Fundamentalmente, van a afectar a las primas de jubilación, que una parte de las mismas ya se habían retirado en el propio acuerdo con los sindicatos. Ahora estamos discutiendo también cómo aplicar el tema de las bajas por enfermedad. Todo lo demás se respetará y si surgen disfunciones intentaremos solucionarlas mediante el acuerdo con los representantes de la plantilla.
P. Pues ELA ya se ha manifestado por los recortes.
R. No es nada nuevo. Es una actitud que se ha mantenido, pese a nuestra disposición al diálogo, a lo largo de los casi tres últimos años, desde que los socialistas llegamos al Gobierno.
P. ¿Teme que ante un posible incumplimiento de lo pactado en agosto puedan rebrotar las protestas sindicales?
R. Hemos hecho un gran esfuerzo para acordar pese a la crisis. Los funcionarios deben asumir que están en una situación privilegiada y ser solidarios, porque el esfuerzo institucional se debe centrar en la generación de empleo.
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