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Focas preñadas y con polémica

La organización reguladora del intercambio de animales entre zoológicos culpa al Zoo de Barcelona y al de Antibes por el transporte de focas embarazadas

Camilo S. Baquero
Una de las focas traidas al zoo de Barcelona desde el de Antibes, que estaba aislada del grupo en octubre del año pasado
Una de las focas traidas al zoo de Barcelona desde el de Antibes, que estaba aislada del grupo en octubre del año pasadoPAU RIGOL

La autoridad que regula el intercambio de animales entre zoológicos en Europa culpa a los de Barcelona y de Antibes (Francia) de haber transportado irregularmente a un grupo de cinco focas. Dos de ellas estaban preñadas sin que los veterinarios lo hubieran detectado y perdieron sus crías el verano pasado. El caso fue elevado a la Comisión de Medio Ambiente de la Comisión Europea por el eurodiputado ecosocialista Raül Romeva, que pidió explicaciones a la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios (EAZA), que regula el intercambio de animales entre zoos. EAZA asegura que es responsabilidad de los centros y no suya la de realizar todas las pruebas necesarias para garantizar el bienestar de los animales antes y durante su transporte.

Entre abril y mayo de 2010, el zoo de Barcelona recibió cinco ejemplares de foca común, todos hembras. Tres de ellas eran de avanzada edad, muestra de ello era que tenían cataratas. Desde los tiempos en que se soñaba con el zoo marino se consideró necesario tener estos ejemplares dentro de la colección y el centro, a través de EAZA, logró conseguir los animales del de Antibes. Así Herc, Tia, Cleo, Zef y Nina llegaron a la capital catalana procedentes de la Provenza tras un viaje de seis horas por carretera de 650 kilómetros.

El 10 de julio, Cleo parió una cría, que fue hallada muerta flotando en la piscina. La perplejidad de los veterinarios aumentó cuando descubrieron que otro de los ejemplares, Herc, también estaba encinta. En agosto, sin embargo, se descubrió que el feto estaba muerto, por lo cual se la indujo al parto. En medio, Zef dejó de comer y falleció a pesar de las atenciones del personal. Toda esta situación generó una crisis de nervios entre todo el grupo y muchos de los animales tuvieron que ser tratados con tranquilizantes.

En su día, el Zoo de Barcelona aseguró que el estado en que llegaban los animales era “responsabilidad de EAZA” y que desconocían el embarazo de las focas. Eso sí, aceptó que procedían de un grupo que “había perdido al macho”, según les informó el centro de Antibes.

Tanto EAZA como el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que realizaron todos los exámenes establecidos en la ley antes de realizar el viaje. “La responsabilidad de la salud y el bienestar de un animal durante el transporte es responsabilidad tanto de los zoológicos emisores como de los receptores. No es nuestra responsabilidad”, aseguró en el escrito que EAZA elevó a la comisión.

“El transporte de focas no requiere normalmente la prueba de embarazo cuando no se sospecha esta condición y las hembras no han sido alojadas con un macho”, continúa el escrito. Sin embargo, la asociación reconoce que las mamíferas hacía “varios meses” habían estado con un macho, lo que abre un manto de duda. ¿Por qué no se encargaron los exámenes?

En su proceso reproductivo, las focas experimentan un fenómeno llamado diapausa embrionaria o implantación retardada. En ella, se realiza la fecundación pero el desarrollo del feto se realiza tiempo después. El periodo de gestación de este tipo de focas es de entre 8 y 10 meses, incluyendo el periodo de implantación tardía, según la literatura veterinaria.

EAZA también se defiende y asegura: “El tiempo transcurrido entre la llegada de las focas al zoo y la muerte fetal y la muerte de una de las focas adultas fue de más de dos meses, un hecho que pone en duda la relación causa-efecto entre el transporte y los hechos en cuestión”.

Desde la ONG Libera! denunciaron el “desconocimiento científico de esta especie por parte de los zoos de Barcelona y Antibes”. Según la organización, “era evidente que la estancia de las focas con el macho hacían más que probable un posible embarazo”. También recuerdan que no es la primera vez que llegan al zoo, procedentes de otros centros, animales del que se desconoce su embarazo. “Ya había sucedido con los facóqueros (jabalí verrugoso) hace un tiempo”, aseguró una portavoz de Libera! “El transporte de mamíferos marinos por carretera debería estar prohibido”, puntualizó la portavoz. EAZA asegura que de ahora en adelante recordará a sus 200 miembros que “la implantación retardada es una posibilidad”.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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