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Guinea, un pintor moderno

El Bellas Artes de Bilbao muestra su influencia en la evolución estética del arte vasco

Un restaurador trabaja sobre un lienzo de Guinea.
Un restaurador trabaja sobre un lienzo de Guinea.LUIS ALBERTO GARCÍA

El Museo de Bellas Artes de Bilbao cuenta en su colección permanente con la pintura de Anselmo Guinea (Bilbao, 1855-1904) Gente. Un puente de Roma (1904), una obra realizada en una de sus estancias en la capital italiana, donde entró en contacto el realismo social y consolidó un manejo más libre de las luces y las pinceladas. La influencia de Guinea en las transformaciones estéticas de la pintura vasca en el tránsito del siglo XIX al XX será mostrada en la exposición monográfica que el Bellas Artes abrirá al público el próximo martes con casi 80 obras, más de la mitad inéditas y otras muchas no expuestas al público desde hace 100 años.

La exposición parte de un trabajo de investigación realizado por el historiador Mikel Lertxundi Galiana, miembro de la comisión asesora del museo, que ha puesto el foco de atención en el virtuosismo de Guinea y en su forma de captar la luz. Entre las obras que han sido restauradas para la antológica se encuentra el lienzo de gran formato Jura de los fueros de un señor de Bizkaia, que habitualmente se exhibe en la Casa de Juntas de Gernika.

La exposición prestará atención a los géneros que Guinea cultivó a lo largo de su carrera: las escenas costumbristas, el paisaje y el retrato. El núcleo principal estará formado por las pinturas al óleo, pero también se mostarán acuarelas y dibujos.

La muestra recoge  los géneros de las escenas costumbristas, el paisaje y el  retrato

Los primeros pasos de Guinea en el arte fueron los paisajes realistas pintados en Bilbao en la década de 1870. Más tarde completó su formación en Italia y se interesó por la pintura orientalista y las obras de historia y costumbres. Su contacto con el pintor Adolfo Guiard (Bilbao, 1860–1916) acercó a Guinea a los postulados impresionistas, aplicados sobre todo en los fondos de las composiciones.

A finales del siglo XIX conoció en París el impresionismo, el puntillismo y el modernismo. Su pintura ganó entonces en luminosidad y fluidez. Las piezas reunidas en la antológica destacarán su contribución a la renovación del costumbrismo y el paisajismo vascos, aferrados a una visión ruralistas.

La exposición llegará hasta las obras romanas, atentas, como Gente. Un puente de Roma, al realismo social y el costumbrismo italianos.

Anselmo Guinea (1855-1906). Los orígenes de la modernidad en la pintura vasca permanecerá abierta en el Bellas Artes hasta el próximo 20 de mayo.

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