Incineradas las víctimas del triple crimen del Eixample

Ayer a las diez de la mañana, con toda la discreción posible, tuvo lugar en el tanatorio de Les Corts el funeral de A. C., de 16 años, y sus abuelos, José Claveguera y Núria Espona, asesinados a golpes el pasado viernes 27 de enero en su piso del barrio barcelonés del Eixample. Los tres fueron incinerados.

La familia y los amigos de la joven y los ancianos llenaron la sala, en una emotiva ceremonia en la que la tía de A. C. leyó unas palabras en su memoria. La madre de la pequeña, que vive retirada en un municipio de Tarragona, asistió también a las exequias. Desde que era una niña, los abuelos asumieron la tutela de la menor por las dificultades de su progenitora para hacerse cargo de ella.

Las víctimas aparecieron en su domicilio muertas a golpes y tapadas. Los Mossos d’Esquadra sospechan que alguien del entorno pudo cometer el crimen, aunque hasta el momento no ha trascendido ningún detalle de lo ocurrido ni han detenido a nadie.

La tía de la menor descubrió los cadáveres el mismo viernes por la tarde, cuando regresó del trabajo al piso, donde vivía también. Encontró la puerta entornada, y dentro, los tres cadáveres, según fuentes cercanas a la familia. El perro de la familia estaba en la casa cuando se cometió el crimen, supuestamente a primera hora de la mañana del viernes.

El animal dio lugar a muchas elucubraciones durante las primeras horas tras el crimen. Un vecino vio que un hombre lo metía en el maletero de un coche y se marchaba. Posteriormente se aclaró que lo dejó allí la expareja de la tía de la menor, que por orden de los Mossos lo retiró de la escena del crimen porque molestaba.