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SUCESOS

Hallados sin signos violentos los cadáveres de un padre y su hijo en Orduña

El País

La muerte de Antonio de la Viuda, de 84 años, y su hijo, José Antonio, de 44, cuyos cadáveres fueron hallados en la tarde del pasado lunes en el interior de su propia vivienda en Orduña, sin ningún síntoma de violencia, expandió ayer la rumorología por la localidad vizcaína. Como única fuente oficial, Interior se limitó a señalar que habrá que esperar a la realización de las respectivas autopsias para conocer las causas concretas de su muerte. Mientras tanto, “todas las hipótesis se mantienen abiertas” en la investigación de la Ertzaintza, según fuentes del departamento.

La incertidumbre se imponía ayer ante un caso que ha dejado descolocada a la población local. Pocos vecinos mantenían relación directa con las dos víctimas y ninguno de los consultados conocía de primera mano lo ocurrido. Ni siquiera sus familiares más cercanos.

Fue una hija y hermana de los fallecidos quien les localizó, ya sin vida, en el interior de su casa, un domicilio en pésimas condiciones de habitabilidad ubicado en la calle Bizkaia del casco histórico de la población. Fue ella quien dio parte del suceso a la Ertzaintza, que de inmediato se desplazó hasta el lugar de los hechos para investigar lo ocurrido.

Bajas temperaturas

Padre e hijo residían en dicho inmueble desde hace algo más de un año. Ambos eran los únicos ocupantes del edificio. De la Viuda se encontraba en un delicado estado de salud y tenía dificultades de movilidad. Su hijo vivía con él, al parecer con escasos recursos materiales. Algunas de las habitaciones del deteriorado piso carecían de puertas y ventanas. Por eso pierde fuerza la tesis que ayer se llegó a manejar de un posible escape de gas como causa de las muertes.

El estado de salud y el aislamiento de los fallecidos, sin embargo, abre la puerta a todo tipo de opciones como causa de lo ocurrido, dada la difícil situación que atravesaban ambos hombres. Una de las posibilidades que se citaban ayer era la de una posible intoxicación motivada por las emanaciones de un brasero, dadas las bajas temperaturas que se han registrado en las últimas jornadas. Interior se remitió a la próxima realización de las autopsias.

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En Orduña, mientras tanto, se mantiene la incertidumbre. “Todo el mundo habla de ello, pero nadie sabe nada”, explicaron responsables de un comercio de la localidad.

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