El PNV fracasa en el intento de alargar los trabajos de la ponencia del Guggenheim
El resto de los grupos parlamentarios rechaza su propuesta de ampliar las comparecencias
El PNV no consiguió ayer que la ponencia parlamentaria que está analizando la trayectoria del Museo Guggenheim Bilbao aceptara su propuesta de ampliar la lista de comparecientes. El resto de los grupos parlamentarios rechazó la pretensión de la peneuvista Leyre Corrales de contar con la participación de otra veintena de personas, cuya presencia en la Cámara habría supuesto alargar los trabajos de la ponencia varios meses más.
La iniciativa supuso un cambio radical en la posición del PNV respecto a la ponencia, a la que se opone desde que se abrió el debate para su creación en marzo de 2010. Con anterioridad, los peneuvistas no habían propuesto nombre alguno por considerar que el Parlamento no era el ámbito adecuado para abordar la trayectoria del museo de cara a asesorar al Gobierno en la renovación del convenio con la Fundación Guggenheim de Nueva York, que expira en 2014.
La ponencia escuchó ayer opiniones desde el punto de vista artístico y político. Mari Carmen Garmendia, consejera de Cultura entre 1995 y 2001, en el cargo cuando se inauguró la pinacoteca, pidió que “se tenga en cuenta lo aprendido” en estos años. Garmendia recordó el papel del Guggenheim en “la democratización del acceso” a los museos. “Fue un nuevo modelo de gestión museística y ha supuesto abrirnos a otras realidades”, dijo.
Cristina Iglesias pide que el museo haga producciones propias con instituciones europeas
Tanto la exconsejera como su compañera de partido Belén Greaves, exdiputada de Cultura vizcaína, rehusaron realizar propuestas concretas de cara a la renovación del convenio. “Las pautas deben darlas los profesionales del museo y los órganos implicados”, señaló Greaves. La exdiputada de Cultura incidió en que la relación entre las instituciones vascas y la fundación americana que conoció fue la de “dos socios” sin prevalencia de uno sobre otro.
La escultora Cristina Iglesias, que ha expuesto su obra en los Guggenheim de Nueva York y Bilbao, alabó tanto el programa de exposiciones como los fondos artísticos adquiridos por el museo desde su inauguración en 1997, en especial la instalación de Richard Serra La materia del tiempo.
De cara al futuro la escultora defendió que el Guggenheim asuma la realización de “producciones propias y exportables” a museos internacionales. Iglesias entiende que los socios naturales del Guggenheim Bilbao deben ser otras instituciones europeas de primera línea. “Esa es la manera de defender el arte local”, subrayó. Respecto a la colección propia, la escultora entiende que debe crecer con obras ligadas a las exposiciones que presente el museo. En 1998, con motivo de la exposición de varias de sus esculturas en Bilbao, la artista donó una obra a la pinacoteca.
El profesor de Estética y Teoría del Arte en la UPV Fernando Golvano coincidió con comparecientes anteriores, como el artista Juan Luis Moraza, al pedir que los órganos de dirección del Guggenheim se abran a la participación del sector artístico. “El convenio debe dar un giro democrático, ganar en transparencia y en participación de la trama artística, crítica e investigadora”, explicó. “Hay que invertir la lógica económica y ponerla al servicio de los intereses artísticos y culturales. El flujo entre Bilbao y Nueva York deber ser de ida y vuelta y contar con las voces locales”, concluyó.
Un año de trabajo
- La creación de una ponencia de evaluación de la trayectoria del Guggenheim fue una iniciativa socialista aprobada en marzo de 2010. Su objetivo es aportar al Gobierno este año un informe que sirva para la renegociación del convenio con la Fundación Guggenheim.
La ponencia comenzó sus reuniones en febrero de 2011, bajo la presidencia del socialista Benjamin Atutxa.
- El calendario de trabajo previsto sufre un ligero retraso. Todavía no han comparecido dos personas clave: el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y la consejera de Cultura, Blanca Urgell.
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