López reafirma su apuesta por Euskadi tras entrar en la ejecutiva de Rubalcaba
El ‘lehendakari’ anuncia que volverá a ser candidato y que aspira a repetir
El lehendakari, Patxi López, se esforzó ayer en dejar claro que su incorporación a la ejecutiva federal del PSOE no significa un cambio en su apuesta por la política vasca ni le restará un ápice de dedicación al cargo institucional. López afirmó que el Gobierno de Euskadi se halla en estos momentos “por encima de cualquier otra consideración”, y eso “tanto para el PSE como para el PSOE”, precisó.
Su dedicación al liderazgo del Ejecutivo será “absoluta”, enfatizó en una entrevista en Radio Euskadi, la primera tras su elección para el puesto interno en el partido, al tiempo que anunció que volverá a ser el candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas. Y concurrirá a ellas con la aspiración de “recabar la confianza de la sociedad vasca para volver a ser lehendakari”.
La esperada presencia de López en el equipo más cercano al nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el congreso de Sevilla, había levantado ya la censura preventiva del PNV. Pero también en el PSE hay quien cree que no es el momento más oportuno, ahora que es lehendakari, para esa entrada de López en la dirección federal socialista.
El lehendakari negó ayer cualquier incompatibilidad entre su cargo y esa nueva responsabilidad como secretario de Relaciones Políticas. A este puesto le atribuyó un contenido más de asesoramiento que de gestión, algo que no habría aceptado, dijo, en el caso de que le hubiera robado el mínimo tiempo a su dedicación.
Otros presidentes autonómicos
Para que no cupieran dudas, o porque realmente su agenda se lo impidiera, como señalaron fuentes de Lehendakaritza, López faltó ayer a la primera reunión de la nueva ejecutiva federal del PSOE. Fue el único de sus integrantes que no asistió, según indicaron fuentes de Ferraz. El PNV, que ya tenía prevista esta eventualidad, ve abierto en ella un nuevo flanco de ataque. El lehendakari restó importancia a las críticas del primer partido de la oposición: de no haber entrado en la ejecutiva federal, estos reproches se habrían producido igual, aunque con otro contenido: “Habrían dicho que el lehendakari no pinta nada ni en su propio partido”, ironizó.
Desde el punto de vista del PSOE, la presencia de presidentes autonómicos en su ejecutiva federal no resulta en absoluto una excepción: a ella pertenecieron José Montilla (Cataluña), Manuel Chaves (Andalucía) o Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Extremadura), entre otros.
El presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, se mostró cauto en Abc Punto Radio y calificó únicamente de “significativo” que el lehendakari haya aceptado un cargo de responsabilidad “a nivel de Estado” en su partido. Sí parece una sugerencia, ya realizada en otras ocasiones, y de modo más explícito, de que las preocupaciones y las ambiciones de futuro de López están fuera de Euskadi.
Urkullu considera
El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, encontró natural y “respetable” la incorporación del secretario general del PSE al máximo órgano ejecutivo del PSOE. Basagoiti se declaró en Radio Popular convencido de que esa participación no afectará a López “en su labor cotidiana como lehendakari” y entendió como “normal” esa compatibilización. Más aún, el dirigente popular dejó ver que el peso que adquiere el lehendakari en el PSOE compensará de algún modo los años “en los los que al lehendakari López le ha puenteado de manera permanente Zapatero, con Urkullu, con el PNV, sin darle cuenta de nada”.
En el ámbito interno, la inclusión de López en la ejecutiva federal corrige una cierta situación anómala en la que se encontraba como secretario general del PSE-EE: la de tener no ya una, sino dos personas de su ejecutiva vasca interpuestas entre él, como máximo responsable del partido en Euskadi, y la máxima dirección socialista. En la anterior ejecutiva federal figuraban el diputado en el Congreso Eduardo Madina y el antes responsable de Organización del PSE y luego consejero de Interior, Rodolfo Ares. Finalmente, este último sacrificó su posición al resultar impracticable que el PSE tuviera tres representantes.
De manera simultánea al cambio en el cometido de Ares surgieron rumores de relevos en el Gobierno, que el lehendakari desmintió de una forma rotunda. Ares precisó que pidió él mismo el relevo en la dirección del PSOE para dedicarse en exclusiva al Gobierno, en lo que no deja de ser un argumento totalmente contradictorio con la compatibilidad entre ambas ocupaciones reclamada por López.
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