Descubiertos tres mosaicos romanos de una 'domus' en Carmona
Los restos se elaboraron con teselas de piedra caliza de color blanco y negro de diferentes formas
Las obras de reforma promovidas en una vivienda particular del barrio de Santiago, en el sector este del casco histórico de Carmona (Sevilla), han propiciado el descubrimiento de nuevos vestigios de la antigua Carmo romana, entre los que destacan tres grandes fragmentos de mosaico de una 'domus' cuya antigedad se remonta, aproximadamente, al siglo I de nuestra era. La civilización romana dejó en Carmona importantes tesoros patrimoniales, como su famosa necrópolis, su anfiteatro o sus canteras.
Una portavoz del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona ha informado a Europa Press de que el hallazgo surgió el pasado martes, en el marco de unas obras de reforma emprendidas en una vivienda particular del barrio de Santiago. Los propios obreros y promotores de la obra descubieron una serie de vestigios que llamaron su atención, extremo que fue rápidamente comunicado al área de Arqueología del Ayuntamiento, gobernado por Juan Avila (PP).
Los fragmentos de mosaico, uno de los cuales se conserva en "buen estado", fueron elaborados con teselas de piedra caliza de color blanco y negro de diferentes formas y tamaños, predominando las de forma cuadrada. En el primero de los mosaicos predomina un gran fondo blanco en el que se distribuyen uniformemente alineadas pequeñas cruces de color negro. El segundo, del que se conservan aproximadamente cuatro metros cuadrados de superficie, está decorado con parejas enfrentadas de peltas, motivos en forma de media luna conocidos como escudos griegos o escudos de las amazonas. Estos motivos se encuentran enmarcados por una gruesa trenza de cinco cabos en la zona cercana a los muros de la habitación.
El tercer mosaico pavimentaría una fuente o estanque realizada con losas de mármol de gran tamaño. Está decorado con figuras de cuadrados de color blanco decorados con motivos vegetales, que se encuentran dentro de otros cuadrados de color negro. Las inmediaciones de la finca donde han sido hallados estos mosaicos ha sido objeto de otras intervenciones arqueológicas en los últimos años, extremo que ha permitido conocer que a lo largo de los siglos I y II de nuestra era, la Carmo romana creció hacia el este y el sur. Estas zonas se encontraban sin urbanizar en momentos previos a la presencia romana en la ciudad, lo que posibilitó la construcción de grandes mansiones pavimentadas con mosaicos.
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