Jerez cumple un mes sin asistencia a mayores dependientes
Las trabajadoras reclaman en la calle el pago de las cuatro últimas nóminas
La huelga del servicio de ayuda a domicilio ha cumplido un mes en Jerez. Desde el pasado tres de enero 700 mayores dependientes no reciben asistencia domiciliaria. Las 450 empleadas de la concesionaria municipal Acasa no cobran desde octubre por la deuda municipal.
Cada día se echan a la calle para exigir el pago de las cuatro últimas nóminas, pero claman en un desierto. Desde hace tres días, decenas de estas mujeres trabajadoras duermen en la calle, frente a la puerta del consistorio. Con la ayuda de sombrillas, toldos, lonas y alguna estufa prestada por los bares de alrededor combaten las bajas temperaturas.
Un total de 34 empleadas han pasado esta madrugada ante el concejo. Con las luces del alba, sienten impotencia. “Estamos en la calle y el gobierno ni se acerca. La alcaldesa (María José García Pelayo PP) sale por la puerta de atrás. No ha venido ninguno”, protesta Encarni Barrios, presidenta del comité de empresa. “Estamos asqueadas. Hartas de tanto reclamar”, añade Reme con tono resignado, vencida por las noches de frío al raso. “Un mes de huelga y sin respuesta. Marginadas, humilladas”, apostilla Barrios.
Estamos en la calle y el gobierno ni se acerca. La alcaldesa sale por la puerta de atrás Encarni Barrios, presidenta del comité de empresa
La Consejería de Igualdad abonó al ayuntamiento el servicio completo de 2011, pero el gobierno municipal jerezano no ha pagado a las empleadas ni noviembre ni diciembre ni la extra de Navidad. Para justificar el impago, culpan al anterior gobierno local socialista, que sí utilizó más de dos millones de euros remitidos por la Junta para sufragar las nóminas de los trabajadores del ayuntamiento.
Las empleadas tampoco han cobrado enero, un dinero que la Consejería de Igualdad debería haber transferido hace ya tres días.
Cada jornada cuenta. La situación es desesperada para estas mujeres. Algunas están desahuciadas. Otras tienen las cuentas embargadas por el impago de hipotecas y demás recibos.
De ocupa con sus hijos
María Carril es un ejemplo. Tiene 27 años y dos hijos de 9 y 4. Su marido es peón y no cobra ni la ayuda de 400 euros. No ingresa un céntimo desde octubre. Vive “de los vecinos, de compañeras de trabajo y de Cáritas”. Ha ocupado de manera ilegal un piso vacío del centro de Jerez. “No quiero limosna. Quiero cobrar por mi trabajo”. “Estoy todo el día en la calle luchando por los cuatro salarios que me deben y para qué. Para nada. Los políticos ni se acercan a dar la cara. No tienen vergüenza”, lamenta María.
Como cada día desde hace meses, la puerta del ayuntamiento de Jerez es este viernes escenario de protestas. A la plantilla municipal se le deben más de dos nóminas: a los trabajadores de los autobuses urbanos (en huelga desde hace cinco días) se la adeudan cuatro; a la plantilla del transporte público en la zona rural, dos; y otras dos mensualidades exigen las operarias de limpieza en colegios públicos, que duermen desde hace siete noches encerradas en la adjudicataria.
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