Eguiguren sorprende a Gobierno y PSE al proponer una Constitución vasca

Una Constitución “propia” para que “Euskal Herria” pueda funcionar como una “nueva unidad política”. Fiel a la polémica que acostumbra a suscitar con sus declaraciones, eso es lo que reclamó ayer el presidente del PSE, Jesús Eguiguren. Con un discurso improvisado en buena medida y más propio de un político abertzale que de uno socialista, el histórico dirigente volvió a propiciar la controversia al considerar que con el cese definitivo de ETA ha llegado “la gran oportunidad de los vascos” y emplazar, en este sentido, al consenso como única vía posible para la independencia.

El presidente de los socialistas vascos aprovechó el protagonismo que tuvo como ponente del Fórum Europa, en Bilbao, para descolgarse con una intervención que trasladó de nuevo la responsabilidad a su partido y al Gobierno, lo que obligó a sendas réplicas. Eguiguren recurrió a un somero repaso de los acontecimientos políticos ocurridos en los dos últimos siglos para reivindicar los derechos históricos de Euskadi y justificar el eje estratégico de su discurso. “En la medida en que se vaya haciendo la paz tras el final del terrorismo, los vascos estaremos en condiciones de hacer lo que los españoles hicieron en 1978: un gran pacto constitucional”, indicó.

El dirigente del PSE desgranó su propuesta al tiempo que la acompañó de aparentes contradicciones. Si bien recordó, por ejemplo, que la Carta Magna padece en Euskadi “un déficit de legitimidad importante”, en referencia al alto índice de abstención con el que la sociedad vasca respondió a su votación en 1978, sí recalcó que la teórica Constitución vasca no debería entrar en “contradicciones” con la española, con la que debería ser compatible. En idéntico sentido, aunque abogó por “perder el miedo” a demandas como el derecho a decidir, también matizó que la soberanía debe ser compartida y no independiente de España o Francia.

Lo que sí se esforzó en dejar claro Eguiguren es que lo prioritario es lograr “un país que viva a gusto con su marco político”. “Lo que no se puede es decidir si somos o no españoles en función de quién gane unas elecciones”, aseveró, antes de abogar también por eliminar las connotaciones negativas que en Euskadi, en su opinión, se asocian a veces a la Carta Magna española. “No quiero frivolizar, pero una disposición adicional más y otra transitoria resuelven casi todos los problemas vascos para otra temporada; y luego se hacen otra adicional y otra transitoria, y seguimos”, manifestó el presidente del PSE, ante un auditorio cada vez más perplejo.

El dirigente amaga con romper

Eguiguren recalcó que Euskadi ha dejado atrás “uno de los conflictos más graves” que se han dado en el ámbito internacional y abogó por el entendimiento entre diferentes como única fórmula de afrontar con éxito la consolidación de la paz. En este sentido, descartó la posibilidad de un referéndum por la independencia que, a su juicio, solo conllevaría división, pero se mostró favorable a una reunión constante entre los partidos vascos para alcanzar consensos en Euskadi y trasladarlos después a Madrid, donde “dejarán hacer si se va con las cosas claras”.

En dirección opuesta a ese entendimiento situó Eguiguren la “alarma” generada en torno a ETA por el ministro del Interior, Jorge Fernández, quien aseguró hace unos días que existen “movimientos” en la banda destinados a “mantener una estructura en la clandestinidad”. En este sentido, el presidente del PSE avisó de que si el Gobierno de Mariano Rajoy camina “a la contra” en materia de paz, “habrá que plantearse el fin de la colaboración con el PP” en Euskadi.

Con la banda, por último, descartó cualquier negociación. Defendió, en cambio, un diálogo limitado a cuestiones técnicas, entre las que citó el desarme, la reinserción social de los presos y su acercamiento a Euskadi.