Belleza doméstica

Se dice de precioso, en el diccionario de la RAE, que es algo “excelente, exquisito, primoroso y digno de estimación y aprecio”. Excelente y exquisito puede que sean adjetivos excesivos, igual que primoroso, que, no se sabe bien por qué, suena un poco relamido. "Digno de estimación" se antoja también un elogio demasiado solemne, contrariamente a lo que ocurre con "digno de aprecio". Ese es Carles Sanjosé, una persona digna de aprecio. Y decimos "persona" porque, como no parece tener dobleces, el artista que exhibe la persona no puede distar mucho de lo que debe de ser el propio individuo. Vaya, que ver al artista sobre el escenario es ver a la persona que alimenta al artista. Y volviendo al diccionario, habría que aceptar que lo mejor que se puede decir sobre las canciones de Carles es que son, simplemente, preciosas.

Inauguró Barnasants con el mejor ramillete de sus composiciones, que grababa con la intención de hacer un disco en directo. Era la primera de sus tres actuaciones y se le notó nervioso, pidiendo demasiadas disculpas por errores que probablemente solo el notó. Aquí le traicionó su humildad, por lo general un activo, hasta el extremo de que sus constantes disculpas pasaron por innecesarias al reforzar en exceso esa normalidad que le distancia de lo que ha de ser un artista, una persona que no es normal porque ha encontrado una manera de formular sus sentimientos que conmueve al prójimo. Se puede decir que este fue el único problemilla que tuvo una actuación que, es cierto, quizá también se alargó más de lo que el ritmo del espectáculo requería. Pero esto se comprende: se grababa un disco y mejor que sobre material.

Yendo al grano: Carles Sanjosé tiene el don que le facilita escribir melodías preciosas. Además las utiliza para explicar historias transparentes que mueven los sentimientos, acostumbran a provocar sonrisas de ternura y optimismo, e incluso permiten pensar que cualquiera puede escribir una buena letra con solo observar lo que acontece, sin necesidad de que eso que tiene lugar sea excepcional. La vida son pequeñas cosas, reitera la trama subterránea de cada una de sus composiciones. Todos estos son activos propios de un artista sin imagen de artista, uno de esos artistas que no la necesitan, e incluso acaricia con una voz que de buenas a primera parece difícil. Pero nada en Carles Sanjosé, Sanjosex en su proyecto musical, es difícil. Bien, sí, resulta muy difícil olvidar alguna de sus canciones. Pruébese con Futur incert.