Jesús Navarro Valero, presidente de Carmencita

El empresario de la alimentación Jesús Navarro Valero (Novelda, Alicante, 1928), que falleció este domingo, se había apartado de la primera línea hacía varios años y dedicaba su tiempo a la Asamblea Local de la Cruz Roja. Cuando cumplió los 64 años, según sus propias palabras, ya no quería estorbar más, aunque seguía presidiendo la empresa Proaliment Jesús Navarro, una versión muy mejorada del negocio de azafrán que fundó su padre, Jesús Navarro Jover, en 1920 con un crédito de 20.000 pesetas. Hoy es una de las principales empresas españolas de especias (tiene el 25% de la cuota de mercado nacional y factura unos 50 millones de euros) y posee un logotipo muy poderoso que forma parte de la memoria colectiva: la imagen de su hermana Carmencita, que para satisfacer a sus clientes andaluces su padre había tocado con un sombrero cordobés, un mantón de manila y los brazos en jarras.

En 1950, cuando comenzó a trabajar en el negocio de azafrán el empaquetado todavía se hacía de forma manual. Hasta 1963 no entraría la mecanización en el negocio. Fue una máquina italiana empaquetadora que otro comerciante había retirado por inservible. Sin embargo, un mecánico de coches la arregló y la adaptó para el envasado de saquitos de azafrán. Ese fue el punto de inflexión de la empresa. La incorporación de nueva maquinaria permitió que se lanzara a la conquista del mercado exterior y el ensanchamiento comercial de la firma. Navarro Valero expandió el negocio por toda América y los países árabes.

Pero este no fue su único mérito: también fue uno de los pocos empresarios que nunca despidió a nadie. Cuando mecanizó la empresa le sobraban 60 operarios y amplió el negocio a la exportación de uva y otros frentes para no dejarlos en la calle. Hoy, su hijo y sucesor, Jesús Navarro Alberola, mantiene el mismo compromiso y la misma filosofía. En 1978, Navarro Valero constituyó la actual sociedad familiar, Proaliment Jesús Navarro, SA (antes llamada Jesus Navarro Jover o simplemente Carmencita) en la que ha ocupado la presidencia hasta su fallecimiento. La familia recuperó el control total de Carmencita en 2003, al adquirir el 50% del capital a Ebro Puleva por 4,5 millones de euros. Un año antes, entre otros productos, había vendido 2,2 toneladas de azafrán, 250 de pimentón, 175 de pimienta o 75 de piñones. La empresa ha ampliado en los últimos años su catálogo de especias y ha diversificado su oferta con postres en polvo, conservas vegetales e infusiones, y ha dado otro paso adelante con su relación con Mercadona, para la que envasa varios productos bajo la marca Hacendado.