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La FAES disculpa el pasado franquista de Fraga

"En su estilo no cabía ni el exilio exterior ni el interior"

Un perfil biográfico de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) sobre Manuel Fraga justifica su etapa en el Gobierno franquista porque "en su estilo personal no cabía ni el exilio exterior ni el interior, tampoco la indiferencia ni la espera a que cambiaran las circunstancias". "Por eso fue ministro con Franco, aunque siempre dejando su peculiar y personal impronta en el ministerio, como en todos los otros cargos que ocupó", explica el artículo.

En este sentido, asegura que "nunca se le pudo encajar en ninguno de los grupos que conformaban el particular, limitado y excluyente pluralismo de la dictadura". "Ni era uno de los 'azules' al uso ni pertenecía a los llamados 'tecnócratas'. Dentro de la galaxia franquista habría que considerarle como un independiente, que tenía contactos con todos esos grupos, pero que no se dejó absorber por ninguno de ellos. Tenía su propio perfil", apunta el documento, escrito por Alejandro Muñoz-Alonso, catedrático de Opinión Pública de la Universidad San Pablo-CEU y senador por Madrid.

De hecho, es por ello que, según el texto publicado por la fundación del expresidente José María Aznar y recogido por Europa Press, Fraga "suscitó desde muy pronto el recelo e incluso la desconfianza". "Frente a los 'inmovilistas', que controlaban la situación, él siempre fue considerado 'aperturista'", añade. El documento, que repasa la vida política del también expresidente de la Xunta de Galicia y exsenador a raíz de su fallecimiento el pasado 15 de enero, hace un repaso por su gestión al frente de los distintos cargos que ocupó durante el franquismo.

Sobre el Ministerio de Información y Turismo, Muñoz-Alonso destaca que su Ley de Prensa e Imprenta "suprimió la aberrante censura previa", lo que hizo que "poco a poco se fueran ampliando los márgenes de tolerancia y, ya en los años setenta, se pudo hablar de un 'parlamento de papel' que preparó a los españoles para la transición a la democracia".

Una de las anécdotas que cuenta es que Fraga "inició la costumbre" de convocar ruedas de prensa tras los Consejos de Ministros de los viernes. Además, su "aperturismo" en la televisión "se notó" en que, por ejemplo, "las presentadoras o invitadas dejaron de ser obligadas a llevar chales sobre sus desnudos hombros y dejó de vigilarse la dimensión en los escotes".

Según el documento de FAES, Fraga "estaba convencido de que, después de la dictadura, España se tenía que acomodar a los modelos políticos europeos". "Fraga pensaba en una España pluralista, democrática y sin exclusiones. Si alguien dudaba de su compromiso pluralista, tuvo que rendirse a la evidencia cuando, en plena transición, no vaciló en presentar a Santiago Carrillo en aquel centro de debates que era el Club Siglo XXI", recuerda.

Para el autor, una de las principales aportaciones de Fraga en esa época fue una "idea totalmente novedosa en aquel momento" cuando dijo que "España no se puede gobernar desde la derecha ni desde la izquierda", sino que "hay que gobernarla desde el centro".

Así, Muñoz-Alonso define al presidente fundador del PP como un "gigante" en la política española, sobre todo porque "en su haber está la formación de un gran partido unido que ocupa del centro a la derecha, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos donde en ese espacio político predomina la división". De la etapa de Fraga al frente de la Xunta de Galicia, el documento asegura que "no cabe en estas páginas la mención" de sus actividades en esa administración, ya que "cambiaron la cara de aquella región".

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