Se disparan los robos en empresas y los tirones de cadenas a ancianos
Los homicidios descienden casi el 20% durante 2011
El año pasado en Cataluña se produjeron 1.455 delitos y faltas al día. A pesar de lo alarmante del dato, es un 2,6% menos que durante 2010 y un 4% si se compara con 2009. Algo que el consejero de Interior, Felip Puig, calificó ayer de “satisfactorio pero no óptimo”. En total, la cifra anual supera el medio millón (531.195), según la memoria hecha pública ayer.
No tan satisfactorios son los datos de robos con fuerza en empresas. El año pasado, los ladrones saquearon nueve compañías al día en Cataluña, lo que supone un 53% más que el año anterior. En el 33% de los casos, los delincuentes buscaban cobre. El director general de la policía, Manel Prat, lo atribuyó al aumento del precio del material y a la “facilidad de poder colocarlo en el mercado negro”. Por eso la policía catalana ultima un sistema informático con el que poder controlar mejor la actividad de las chatarrerías.
Los ancianos también han salido mal parados en 2011. Los conocidos como cadeneros, que tiran de los colgantes de oro sobre todo de personas mayores, aumentaron su actividad un 28% (16 al día). La mayoría, en Barcelona y su área metropolitana.
Asimismo, crecieron un 5% los delitos de lesiones (12 al día) y un 8,6% los de hurto (172 al día), si bien los homicidios y asesinatos bajaron notablemente: de 96 a 77 (casi un 20% menos), lo que se debe a que en 2010 los asesinatos de Olot (un celador confesó haber acabado con la vida de 11 ancianos y un hombre mató a tiros a cuatro personas) distorsionaron las cifras. A pesar de eso, siguen estando por debajo de las de 2009, con 81 muertos.
Una de las prioridades de Interior el año pasado, luchar para disminuir los robo en pisos, ha tenido un efecto relativo: se han reducido un 1%,, pero siguen casi un 18% por encima de los de 2009 (60 al día). Los robos con fuerza y violencia en comercios, gasolineras y cajas, en cambio, bajaron más del 17% (24 al día).
Puig vinculó ayer los datos a la inmigración (que él llamó eufemísticamente “gestión de la diversidad”), a la crisis y a las bandas de delincuencia internacional. En la mitad de los casos de detenidos por delitos relacionados con el patrimonio (27.263) era la primera vez que delinquían, aunque fuentes policiales insistieron ayer en que no se delinque más por la crisis. Otra cosa son las estafas, que aumentaron casi un 8%.
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