Los celos, posible desencadenante del doble crimen de L’Hospitalet de l’Infant
El presunto homicida y sus víctimas había estado jugando a cartas en el bar antes de la pelea
Una pelea, desencadenada seguramente por celos o por venganza, entre tres vecinos de L’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp, Tarragona) en un bar del centro de la población acabó de manera trágica el martes por la noche. Durante la trifulca, dos de los implicados murieron acuchillados, presuntamente, por un empleado del bar. Las víctimas tenían 40 y 62 años, y fallecieron tras recibir 12 puñaladas uno y 16 el otro. Los Mossos detuvieron al tercer implicado, J. P. Ríos, de 42 años y nacionalidad española, como autor del doble crimen.
La pelea se produjo hacia las 22.00 en el bar Racó de la Vila, en el número 30 de la calle de Tivissa. Según algunos testigos, solo una hora antes de los hechos tanto el agresor como los dos clientes estaba jugando a las cartas amigablemente.
El desencadenante de la pelea podría ser un ataque de celos. Según explicaron vecinos de la localidad, el agresor era pareja de Raquel, la dueña del bar. La mujer tenía tres hijos con él, pero el martes decidió comunicarle que había iniciado una relación con una de las víctimas, M. S., de 40 años. Una amiga de la mujer explicó que la noche del crimen, tras la confesión, la dueña del bar le dio un beso a su nuevo novio delante de quien hasta entonces había sido su pareja. Tras ello, en un arranque pasional, el detenido entró en la cocina del local y agarró un cuchillo con el que arremetió por sorpresa contra M. S. Le asestó más de una decena de cuchilladas en poco tiempo. P. B., de 62 años y suegro de la primera víctima, trató de poner a salvo a la mujer, alejándola de la pelea mortal. Sin embargo, cuando se dio cuenta de la magnitud de la trifulca, se lanzó a ayudar a su compañero y fue entonces cuando el agresor se encaró también con él y lo apuñaló. Una de las víctimas murió dentro del bar y la otra falleció en la acera, junto a la puerta del local.
Denuncia por malos tratos
Según fuentes de la investigación, no es la primera vez que el presunto asesino se ve envuelto en una agresión. Al parecer, tiene antecedentes por violencia machista, porque su expareja y dueña del establecimiento lo había denunciado con anterioridad, por lo que un juez llegó a interponer una orden de alejamiento. Sin embargo, la mujer retiró la demanda para no perjudicar a los hijos, de dos, tres y seis años, que tienen en común. Tanto es así que regentaban juntos el negocio. Pero los vecinos explican que en las últimas semanas el detenido dormía en el almacén de la empresa y no en la casa de su pareja.
Ayer, todos los habitantes de L’Hospitalet de l’Infant se mostraron consternados por el trágico suceso. La localidad costera, que depende del municipio de Vandellòs, tiene 3.000 habitantes. El alcalde pedáneo, Alfons García, convocó un minuto de silencio que fue seguido por 200 vecinos. El Consistorio ha decretado dos días de luto oficial y las banderas ondean a media asta.
El presunto homicida permanece en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de la zona y pasará a disposición judicial entre hoy y mañana.
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