Sentido de la vida y telediario
L'Om Imprebís adapta las preguntas existenciales del 'Tío Vania' de Chéjov a las tribulaciones contemporáneas La obra, en escena hasta el 22 de enero, cuenta entre otros con Rosana Pastor o Sandro Cordero
¿Qué sentido tiene nuestra vida? La pregunta, tan recurrente como evitada, es el eje en torno al que gira Tío Vania, la última producción de la compañía valenciana L’Om Imprebís que se estrena mañana en Madrid. La versión del clásico de Chéjov se representará en los Teatros del Canal hasta el 22 de enero, con un reparto compuesto, entre otros, por Rosana Pastor, Sandro Cordero, Vicente Cuesta y Paca Ojea.
El espectáculo recupera el drama escrito por el autor ruso en 1899 para plantear cuestiones no solo intemporales, sino de mucha actualidad, según ha destacado el director, Santiago Sánchez, en la presentación de la obra. “¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? Lo grotesco es que, debido a la crisis económica, esta reflexión se está convirtiendo en una pregunta social en España”. El interrogante se construye en el montaje a través de los dilemas que se plantean los personajes de Tío Vania al sentirse decepcionados con sus propias vidas.
En su versión, Sánchez respeta “hasta la coma” la obra de Chéjov. Pero es el vestuario de Elena Sánchez Canales lo que más contribuye a transportar al espectador a la Rusia del siglo XIX pese a los toques contemporáneos que se aplican a la caracterización de los personajes, explica la propia diseñadora en el blog de los Teatros del Canal. La escenografía, como en otros trabajos de L’Om Imprebís, es muy conceptual y, en este caso, la compañía juega con un escenario flanqueado por el público en sus laterales. “Hay un bosque de abedules que se convierte en una metáfora de la cárcel y una casa sin paredes de la que es muy difícil escapar”, ejemplifica Sánchez.
Proceso creativo
Otra particularidad de la representación es la música en directo, pero Sánchez destaca sobre todo el papel “fundamental” de los actores, con los que ha trabajado para “impregnar” a las figuras dramáticas del “impulso” de cada uno de ellos. Un planteamiento que ha aplaudido a partir de su propia experiencia Rosana Pastor, ganadora de un Goya, e intérprete de Helena Andreivna en la obra: “Sin a prioris", dice con humor, "los actores hemos ido componiendo nuestro personaje”. También Sandro Cordero, el Tío Vania en escena, se ha mostrado satisfecho con la preparación de esta representación, al reconocer que “Chéjov es difícil”, aunque, a la hora de elegir un adjetivo, él prefiere el de “apasionante”.
El maestro ruso es un nuevo gran autor que añadir al expediente de L’Om Imprebís, que ya ha puesto en escena a Miguel de Cervantes, Albert Camus y Bertol Brecht. La compañía afronta con optimismo una madurez -fue fundada en 1983- sin la que no se habrían atrevido con este nuevo reto, según admite Sánchez. El resultado, al alcance del público a partir de mañana.
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