Detienen en Barcelona a un jefe de la mafia calabresa
Carmelo Gallico, de 46 años, se escondía en una vivienda en el centro de la capital catalana El responsable de la 'Ndrangheta ganó un premio literario estando entre rejas
Carmelo Gallico, de 46 años, líder de un clan familiar de la ‘Ndrangheta (mafia calabresa), ocupaba su tiempo en gimnasios y bibliotecas de la ciudad de Barcelona. El día antes de Nochebuena, los Mossos d’Esquadra le detuvieron en un piso de la avenida de Paral.lel, donde vivía, intentando pasar desapercibido. La policía desconoce desde cuándo se refugiaba en la capital catalana.
Carmelo es miembro del clan familiar de los Gallico, con una larga historia de crímenes y extorsión en Italia. Dos de sus hermanos, Domenico y Giuseppe, se encuentran en prisión cumpliendo cadena perpetua. Carmelo estaba llamado a dirigir los negocios criminales de la estirpe, que, entre otras cosas, se dedicaba a la obtención de forma fraudulenta de contratos públicos.
En noviembre, la fiscalía italiana ordenó a las policías italiana y catalana investigar de forma conjunta el paradero de Gallico, huido de la justicia. Del hombre se sabía que formaba parte de la ‘Ndrangheta, que sobre él pesan las acusaciones de asociación mafiosa, homicidio, extorsión y blanqueo de capitales, y que es un intelectual, muy aficionado a la literatura.
En 2002, cuando pasaba los días en una prisión italiana por homicidio, ganó un premio literario. Fue galardonado con el Bancarella nelle Scuole por su reseña del libro Troya, del escritor alemán Gisbert Haeft, que firmó bajo el seudónimo de Erasmus, según cuentan los medios locales italianos, que avanzaron ayer la detención del mafioso.
Un hombre que servía de correo a Gallico sirvió a los Mossos para determinar su paradero en Barcelona. Vivía en un piso del Eixample, con discreción, donde solo recibía a personas de su absoluta confianza. Acudía al gimnasio, pasaba muchas horas en la biblioteca y visitaba algunos bares contados que consideraba seguros.
Pero otra gran operación en Italia contra la mafia llevó a Gallico extremar las precauciones. Se mudó a otro piso del mismo barrio. Redujo sus salidas, que consistían sobre todo en acudir a locutorios de la ciudad, siempre distintos, para contactar con los suyos. La policía sospecha ahora que Gallico ultimaba su huida a otro municipio, incluso a otro país.
El pasado 23 de diciembre los Mossos d'Esquadra le detuvieron en su piso de la avenida del Paral.lel. En el arresto, participó también un jefe de la policía italiana. Dentro encontraron 4.800 euros, numerosa documentación, diferentes aparatos electrónicos, ordenadores y USB que están siendo analizados.
Gallico pasó a disposición de la Audiencia Nacional, que ha iniciado los trámites para extraditarle a Italia, donde deberá rendir cuenta como líder mafioso de uno de los clanes más poderosos de la mafia calabresa.
Traición para evitar la muerte de su hijo
El líder de los Gallico, padre de Carmelo, protagonizó varios titulares en la década de 1990 no solo por sus actividades delictivas. María Condello, miembro de un clan rival, contó a la justicia italiana que se convirtió en amante de Domenico Gallico para evitar que asesinasen a sus dos hijos. “Quería apartar a mis hijos del mismo destino que su padre, que ellos no muriesen también como resultado de una vendetta”, explicó la mujer, entonces de 36 años, en un juicio en 1994.
Los Gallico asesinaron a su marido en 1989 con un coche bomba. Los Gallico y los Condello estaban enzarzados en una encarnizada lucha por el control local. La mujer confesó también que fue partícipe de dos asesinatos, pero negó las acusaciones de miembros del clan de su marido, según las cuales entendía sentimentalmente con Gallico incluso antes de que su marido fuese asesinado.
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