El PSC da un revolcón a Montilla
El expresidente de la Generalitat admite que su partido "ha tocado fondo" en una dura autocrítica El informe de gestión solo recibe el apoyo del 64,5% de los delegados y un voto de castigo del 22%
Después de 17 años al frente de la dirección de los socialistas catalanes, José Montilla se despidió como primer secretario del PSC admitiendo sin reparos que el partido "ha tocado fondo" y sin escatimar autocríticas. Seguramente por convencimiento personal, pero también para evitar un voto de castigo más duro del previsible a su informe de gestión que, por primera vez, se votó de manera secreta.
Al final, el informe solo fue apoyado por el 64,51% de los delegados. De los 679 votos emitidos, hubo 438 síes, 151 en contra, 89 en blanco y tres votos nulos. Nada que ver con las votaciones de los congresos de 2004 y 2008, cuando los 1.200 delegados asistentes votaron por unanimidad el informe de la ejecutiva saliente. Entonces lo hicieron a mano alzada en ambos casos, pero ayer la votación fue secreta. Inicialmente, no estaba previsto, pero la coordinadora de colectivos por el cambio logró las firmas necesarias para pedir votación secreta. Y la mesa del congreso tuvo que aceptarlo. "La Ejecutiva comparte este deseo", dijo el presidente del congreso, Josep Fèlix Ballesteros.
“Afirmar que la culpa la tiene solo la crisis serían excusas de mal pagador”
Desde que se convocó del congreso, algunos colectivos de militantes de base criticaron que la reducción de delegados (superior a los 300) buscaba amortiguar el previsible voto de castigo que finalmente se acabó produciendo. La dirección saliente rechazó las críticas y esgrimió razones de austeridad presupuestaria para justificar la reducción de delegados.
En su informe de gestión, Montilla repasó las sucesivas derrotas electorales (autonómicas, municipales y generales), que atribuyó a una "pérdida de credibilidad del proyecto socialista" y a la incapacidad por no detectar a tiempo que la ciudadanía les estaba volviendo la espalda. Afirmar que la culpa la tiene solo la crisis serían "excusas de mal pagador", añadió. Con todo, recordó que siendo presidente de la Generalitat adoptó medidas para combatir la crisis, "mientras otros la negaban y hablaban de recesión, afirmó, en referencia a José Luis Rodríguez Zapatero.
“Soy el máximo responsable del fracaso”, reconoció el líder saliente
"Soy el máximo responsable del fracaso", reconoció Montilla, quien en otro momento calificó las derrotas electores como una "factura excesiva e injusta". Con todo, añadió que no se trata de "disfrazar ni edulcorar el diagnóstico", apelando a que 16 de los 27 gobiernos europeos han caído desde que estalló la crisis. Montilla aseguró el PSC ha de ser crítico, pero sin caer "ni en la autoflagelación ni en la catarsis", aunque sí advirtió que "hemos de tener la conciencia compartida de haber tocado fondo".
Montilla echó un capote al llamado "núcleo duro" del partido, el tridente del que él forma parte, junto con José Zaragoza, secretario de organización, y Miquel Iceta, viceprimer secretario. "Han recibido críticas despiadadas, pero es a mí y no a ellos a los que tenéis que exigir responsabilidades". El congreso supone el abandono de los tres de la primera línea de la dirección del PSC. Fuentes socialistas dudaban ayer que Montilla aceptase continuar en la nueva Ejecutiva y mucho menos un cargo honorífico, como la presidencia que ahora ostenta Isidre Molas.
El primer secretario también arremetió contra CiU, por acusar a los gobiernos tripartitos "de todos los males que aquejan a Cataluña", una situación que, según Montilla, durará todavía unos años. "Seguiremos siendo el asno que recibe todos los palos, como pretenden algunos", dijo.
El congreso proseguirá hoy con la elección del primer secretario que, también por primera vez en la historia del PSC, se hará separada de la de la Ejecutiva. Los tres aspirantes a suceder a Montilla (Pere Navarro, Àngel Ros y Joan Ignasi Elena) lograron ayer el 10% de los avales necesarios para aspirar al cargo.
Voto secreto del informe
La voluntad de transparencia que exigían los sectores más críticos con la dirección del partido se plasmó en una decisión. Por primera vez, el informe de gestión del primer secretario se votó en secreto. El resultado del escrutinio deparó un voto crítico mayor de lo esperado, aunque finalmente José Montilla pudo superar sin problemas su informe. Seis grupos críticos dentro del PSC, agrupados en la llamada Coordinadora de Colectivos por el Cambio, instalaron una mesa para recopilar las firmas necesarias para forzar esta votación en secreto. Eran necesarias 250 firmas, cifra que se superó. La Ejecutiva asumió la petición y tras el discurso de Montilla, el presidente del congreso Josep Félix Ballesteros anunció que el voto sería en una urna, y no con una cartulina alzada, como era habitual.
El cambio en la forma de voto no es la variación en la estructura del XII Congreso del PSC. Por primera vez, la votación del primer secretario se hará separada de la Ejecutiva. A las 9 de la mañana de hoy, los tres candidatos a liderar el PSC harán su discurso, y acto seguido, se hará la votación, también secreta.
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